¿Por qué al Camino de Santiago también se le conoce como Camino de las Estrellas?

Camino de Santiago por la noche, imagen de Envato Elements

El Camino de Santiago nunca ha sido una ruta arbitraria, y tiene varias capas de significados que aún a día de hoy no se han desentrañado del todo. Aún hoy se sigue tirando del hilo que este peregrinaje teje entre toda su historia, que tiene un vínculo inseparable con el cielo nocturno. Hay muchos motivos por los que se conoce el Camino de Santiago como el Camino de las Estrellas.

Los secretos de las estrellas

El primer indicio de esta relación entre lo astronómico y lo jacobeo se encuentra en el propio trazado del Camino. Tomando como referencia el Camino Francés, la ruta hasta Santiago tiene una orientación este-oeste que coincide con el brazo de la Vía Láctea que es visible desde la Tierra. Además, los antiguos peregrinos, que tenían que confiar en su orientación, tomaban como referencia los indicadores de las estrellas, es decir, las constelaciones y la dirección de la Vía Láctea.

El descubrimiento del sepulcro de Santiago también está ligado al cielo nocturno. A mediados del siglo IX, el obispo Teodomiro descubrió gracias a las estrellas el sepulcro de Santiago, donde ahora se sitúa la cripta de la catedral. Unas estrellas advirtieron de forma milagrosa la ubicación de los restos del apóstol, y se convirtieron en uno de los primeros símbolos de la tradición jacobea. 

Carlomagno y el apóstol Santiago

El Camino de las Estrellas está recogido por escrito desde el siglo XII, en una reflexión del emperador Carlomagno recogida en el libro VI del Códice Calixtino. En ese pasaje, contempla el camino de estrellas en el cielo que cruzaba toda Europa: 

“Y enseguida vio en el cielo un camino de estrellas que empezaba en el mar de Frisia y, extendiéndose entre Alemania e Italia, entre la Galia y Aquitania, pasaba directamente por Gascuña, Vasconia, Navarra y España hasta Galicia, en donde entonces se ocultaba, desconocido, el cuerpo de Santiago”.

Poco después, a Carlomagno se le apareció el apóstol Santiago. Este le encomendó que siguiera ese camino de estrellas, que llevaba a su sepulcro. El apóstol quería que liberara de los musulmanes la zona donde descansaban sus reliquias  para que pudieran acudir peregrinos de todo el mundo pidiendo el perdón de sus pecados.

Códice Calixtino, imagen de Wikimedia Commons

Compostela, campus stellae

Hay una teoría etimológica, si bien no la más reconocida,  que defiende que el propio nombre de Compostela está ligado al firmamento. Al parecer, podría venir de la expresión latina campus stellae, haciendo referencia a la forma en que se descubrió el sepulcro. La traducción literal sería “campo de la estrella”, lo que daría un origen muy evocador al topónimo actual de la ciudad. 

Territorio de alquimistas

Puede encontrarse un significado con matices esotéricos a la referencia de las estrellas del Camino. La historia de los alquimistas sigue siendo un misterio hasta cierto punto, pero hay cosas que se saben con certeza gracias a fuentes documentadas. Dos de esos datos se relacionan con este Camino de las Estrellas, aunque de forma separada en principio. En primer lugar, el símbolo de los alquimistas es una estrella, y además uno de los itinerarios iniciáticos de este gremio pasa por el Camino de Santiago. 

Hay muchas historias que marcan una relación clara entre el firmamento y el Camino de Santiago. No se sabe con certeza la veracidad de cada una, pero el vínculo es innegable. Lo que está claro es que, desde hace siglos y en los que vendrán, todos los peregrinos realizan el Camino acompañados de las estrellas.