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El Camino de Santiago es generalmente muy seguro, pero la mejor actitud que puedes tener antes de lanzarte a hacerlo es ser precavido e ir convenientemente preparado antes de iniciarlo. Mantente atento al tiempo, respeta el entorno, a las señales de las rutas y las que te pueda mandar tu cuerpo mientras caminas, sé responsable con tus pertenencias y sobre todo, añade una buena ración de sentido común en tu peregrinación.

Aquí tienes algunos consejos rápidos útiles:

1. Respeta siempre la seguridad vial siempre que transites por tramos de carretera.

2. Recurre a los servicios de emergencias en casos de accidente, están ahí para ayudarte; llámales si de verdad se trata de una causa justificada.

3. No lleves siempre todo el dinero encima; haz uso de los numerosos cajeros de las localidades del Camino. Así podrás evitar contratiempos como extraviar tu cartera.

4. Mantén vigiladas tus pertenencias siempre, ya que son tu responsabilidad. Seguramente no encuentres ningún problema con otros peregrinos en los albergues, pero es mejor prevenir.

5. Llevar solo lo imprescindible al Camino, ya que lo vas a tener que cargar, y mucho peso a la espalda puede terminar por traerte problemas de salud.

6. No molestar a los animales con los que te encuentres ya que no sabes cómo pueden reaccionar. Recuerda siempre que tú solo estás de paso en el Camino.

7. Ve preparado físicamente y con el material adecuado para evitar problemas e imprevistos.

8. Seguir señales del Camino: las flechas amarillas y las vieiras bajo fondo azul; las señales oficiales. Si te pierdes pregunta a otros peregrinos y haz uso de tus mapas.

9. Consulta frecuentemente la previsión meteorológica y prepárate para las inclemencias del tiempo si es necesario.