Los climas, bien, gracias, cada comarca tiene el suyo, que se llama micro-clima. En cuanto a la dificultad y la seguridad, hay que tener en cuenta lo siguiente: como nos ha contado Alfredo Landa, en el pasado los españoles se abalanzaban preferentemente sobre las suecas, aunque no caminaran solas, pero al parecer ahora no hacen ascos a ninguna, sea de donde sea. Y en Galicia Fendetestas, que asaltaba caminos, se ha movido hacia al sur de la provincia y si antes el escenario de sus correrías eran las fragas del Eume, ahora se lo encuentra en los bosques que rodean Melide y Arzúa, de modo que no estará de más que antes de emprender la jornada hagas un curso de defensa personal y te proveas además de un buen spray para los ojos. Y ya no hablemos de la santa Compaña; si caminas de noche y la encuentras en el camino, deberás apartarte respetuosamente a un lado e inclinar la cabeza a su paso, para que sus componentes no se den por ofendidos. Suelen ser buena gente que va a lo suyo, porque habiendo pasado a mejor vida, no se les da una higa de lo que pasa en ésta. Por cierto, el Camino se te hará más difícil si lo haces al revés, es decir, caminando de espaldas. De no ser así, no tienes de qué preocuparte. Ánimo y a por ello!