Para mi fue un punto d inflexión en mi vida. Llevaba tiempo deprimida, sin trabajo y con una relación tóxica. Hasta q un día decidí hacer algo diferente. Hablando con mi madre le pregunté si le parecía buena idea hacer el camino, tenía mucha curiosidad ya q había escuchado muchas cosas buenas. Y ella me dijo "adelante hija"
Eso fue todo. A la semana siguiente un 26 d enero de 2010 ya estaba en camino a Ó Cebreiro. Iba con mucho miedo ya q era la primera vez q viajaba sola. Pero en la primer noche todo fue d maravilla. Econtré personas maravillosas con las que fui caminando los días siguientes, a veces con unos y otras veces con otros.
Me fui fundiendo con el camino y todo lo q ello conlleva. La naturaleza en todo su esplendor.
Tuve días malos, incluso uno en que casi me doy por vencida y a punto de regresar a casa. Pero después de llorar y de que otro peregrino me ayudó decidí seguir. Y no me arrepiento. Desde ese momento todo fluyó, fue duro pero al mismo tiempo fácil ya que así me hicieron sentir todos con los que me crucé. Compartí muchas risas, pero también momentos de reflexión.
Al llegar a Santiago todo lo ví diferente, mejor. A los pocos días encontré trabajo, dejé a la persona que tanto daño me estaba causando. Y fui más feliz. Llegué eufórica y llena d vida.
El Camino me quitó todo lo malo y me dió fuerza. Así que cuando me preguntan si lo recomiendo, sin dudarlo digo que sí.