Pide la intercesión del Apóstol para que los gobiernos entiendan que «globalizar no significa acaparar sino dar»
La primera edición del Camino acaba en Obradoiro tuvo como protagonista a Terry Porter, que pudo completar la última etapa en un día soleado, acompañado por una gran cantidad de aficionados. La segunda edición ha contado con la participación de otro peregrino ilustre, otro gran base, Juan Antonio Corbalán. Pero la agradable meteorología del pasado curso dejó paso en esta ocasión a un día de lluvia y viento. El que fuese jugador del Real Madrid y de la selección española que conquistó la medalla de Plata en Los Ángeles en el 84 completó la Ruta Xacabea con una comitiva mucho más reducida, con la misma simpatía que su predecesor, e igualmente satisfecho con la experiencia.
Tras la llegada a la Praza do Obradoiro cumplió con el ritual del abrazo al Apóstol, pero no aprevechó para solicitarle nada especial: «Al Apóstol hay que pedirle pocas cosas, pero que sean de utilidad universal. Creo que todos nosotros, ni merecemos nada ni necesitamos nada. Yo siempre pido que haya gente que no sufra en el mundo y que los que podemos solucionar, me refiero a los países y a los gobiernos que pueden solucionarlo de una vez por todas, entiendan que globalizar no significa acaparar sino lo contrario, dar".
A lo largo de la semana de peregrinación, y en un encuentro con el presidente del Obradoiro, Raúl López, se comprometió a hacerse socio del club. Y no solo él: «Creo que de aquí saldrán cuatro o cinco socios nuevos», comentó a la conclusión. De momento, este domingo presenciará el partido del Multiusos de Sar ante el Valencia y confía en que la victoria se quede en casa. «La necesita más el Obra», apostilló.