Si puedes hacer el Camino de Santiago en marzo, sin duda, es uno de los mejores meses para ello. Te contamos las ventajas e inconvenientes de elegir marzo.
Primavera - Wikimedia Commons/High Contrast
Hacer el Camino de Santiago es una experiencia única que todo tipo de peregrinos quiere repetir. Habiendo realizado el camino antes o no, hay algo que no cambia y es la planificación del viaje. Antes de comenzar la aventura, hay que planificar bien nuestro itinerario y todo lo que necesitamos llevar, sin embargo, esto no lo podemos hacer correctamente si aún no sabemos en qué época del año vamos a empezar el Camino. Si bien muchos prefieren el verano para alejarse de la lluvia y el frío, otros escogen otros meses como por ejemplo marzo, para vivir el camino desde otra perspectiva.
Marzo es el mes en el que el número de peregrinos comienza a subir paulatinamente hasta llegar a su momento cúlmen en los meses de verano, específicamente en el mes de agosto. Este mes es perfecto para aquellas personas que quieren realizar el Camino alejadas del sofocante calor pero sin pasar mucho frío, como en los meses anteriores, y no encontrarse con una marea de peregrinos en las rutas.
Durante el mes de marzo se deja atrás el invierno y se da inicio a la primavera, lo que provoca como consecuencia que de comienzo una mejora del tiempo en el Camino de Santiago. Aunque durante el mes de marzo todavía las temperaturas siguen siendo bajas, a medida que pasan los días van aumentando pero sin llegar a tener temperaturas sofocantes. La temperatura media de este mes es perfecta para todo aquel que evite el calor a toda costa pero que tampoco quiera sufrir un frío intenso durante su trayectoria.
Otro punto clave que tiene marzo para ser el mes elegido por muchos es el número de peregrinos que nos encontramos durante esta época del año. Según los datos relacionados con el Camino de Santiago durante el 2019, el número de peregrinos en marzo es de sólamente 7.474 frente a los 62.814 que hubo el año pasado en agosto. Si se busca realizar el Camino de Santiago con tranquilidad, hacerlo en marzo te permitirá conectar con la naturaleza y sin dejar de conocer a algún que otro viajero durante tu recorrido.
La primavera da comienza durante el mes de marzo y esto supone un gran cambio en el paisaje. Con la primavera, los árboles comienzan a florecer y los animales salen de sus madrigueras, por lo que el paisaje que nos ofrece el Camino de Santiago cambia totalmente. Esta transformación de la flora y de la fauna, hace que todo aquel que se realice el camino en marzo puede disfrutar de una panorámica totalmente diferente de la que estamos acostumbrados.
Inconvenientes de hacer el Camino de Santiago en marzo
El cambio de estación no es algo inmediato y por lo tanto, durante el mes de marzo todavía podemos ver restos del invierno pasado. Algunas de las zonas de mayor altitud, como puede ser O Cebreiro dentro del Camino Francés, pueden estar nevados y hacer mucho más dura sus etapas.
A finales de marzo se da el inicio de la primavera, el cual trae consigo la floración de las plantas y la aparición del polen. Los paisajes naturales que rodean todas las rutas del Camino de Santiago pueden provocar molestias a las personas con alergia al polen. Si una persona alérgica quiere realizar el Camino de Santiago en marzo lo más conveniente es que lo realice durante la primera mitad ya que el polen comienza a aparecer a finales de mes.
Encontrar albergue cuando nos encontramos fuera de la temporada alta del Camino puede ser complicado pero no imposible. Es verdad que los albergues del Camino suelen cerrar durante los meses de frío por la falta de peregrinos pero existen algunos que están abiertos todo el año. Además, durante todas las etapas de la diferentes rutas se pueden encontrar alternativas donde dormir y descansar para continuar la ruta.
Teniendo en cuenta todas las ventajas e inconvenientes de hacer el Camino de Santiago en marzo, podemos escoger la ruta que más nos convenga para recorrer. Durante este mes, el bajo número de peregrinos y la temperatura general de toda la península, hacen que cualquiera ruta jacobea sea perfecta para realizar el camino.
De igual modo, hay que tener en cuenta que rutas como el Camino Francés tiene algunas zonas que a esta altura del año pueden estar todavía nevadas y hacer más duro el trayecto. Además, la temperatura del mes de marzo es perfecto para aprovechar a realizar rutas que se deben evitar en verano por estar en zonas de altas temperaturas, como puede ser la Vía de la Plata.
Se puede decir que en Galicia hay una fiesta cada semana del año en algún lugar y por supuesto, el mes de marzo no es una excepción a esta regla. Recorrer alguna ruta del Camino de Santiago en estas fechas tiene la ventaja de que en algún lugar puedas encontrarte con una festividad popular. A continuación te contamos las más comunes.
Ferrol es el punto de inicio del Camino Inglés y todos los años entre el 18 y el 19 de marzo se celebra en esta ciudad naval la Fiesta de las Pepitas, un homenaje a la mujer ferrolana, que se celebra con rondallas y música popular por las calles. Además, si tienes la suerte de que la Semana Santa coincida en el mes de marzo, puedes ver las famosas procesiones de la ciudad, declaradas de Interés Turístico Internacional.
Si sois peregrinos amantes de la gastronomía, también podemos encontrar muchas fiestas gastronómicas de todo tipo, como la Fiesta del queso en Arzúa; una localidad del Camino Francés muy cercana a Santiago o la Feria del Vino de Chantada (Lugo).