La Vía de la Plata nos lleva por algunas de las ciudades monumentales más importantes de la península durante 700 km, desde Sevilla hasta Astorga, pasando por Mérida o Salamanca.
La Vía de la Plata o Ruta de la Plata es una ruta jacobea de 27 etapas y 700 km de distancia que une el suroeste peninsular con el noroeste partiendo de la ciudad de Sevilla y atravesando seis provincias españolas hasta la ciudad leonesa de Astorga. La ruta que hoy conocemos toma como base un conjunto calzadas romadas con miles de años de antigüedad que originalmente unían los asentamientos de Emerita Augusta (capital de Lusitania) y Asturica Augusta, y por tanto la ruta de comunicación más importante de todo el occidente hispano en tiempos del Imperio Romano.
Después de los romanos, la Ruta de la Plata fue usada tanto para la conquista musulmana de la Península Ibérica como para la reconquista cristiana de los territorios peninsulares. Siglos más tarde serían los peregrinos cristianos quien utilizarían estas calzadas romanas para desplazarse dirección norte a visitar los restos del Apóstol en Santiago de Compostela. Históricamente los peregrinos que llegaban al norte tenían que decidir si continuar hasta Astorga y tomar el Camino Francés o bien desviarse atravesando Galicia por el interior por el ahora conocido como Camino Sanabrés.
A lo largo de la historia, la Vía de la Plata se ha utilizado para comerciar la plata, como bien indica su nombre. La plata llegaba de América hasta el puerto de Sevilla y de ahí se distribuía por toda la península. La Vía de la plata, es también en la actualidad, una carretera de origen romano que pasa por Mérida, Salamanca y Astorga.
La Vía de la Plata es una ruta única que recorre la península de sur a norte, pasando por algunas ciudades monumentales esenciales, como Sevilla, Mérida, Salamanca o Astorga y por eso nos transmite una experiencia jacobea muy diferente del resto de rutas. Está cargada de patrimonio histórico y cultural, en su trayecto podrás descubrir paisajes llenos de naturaleza, gran cantidad de pueblos diferentes, ciudades históricas, etc.
Es una ruta exigente, con algunas de las etapas más largas de todo el conjunto del Camino de Santiago que nos cargarán las piernas de kilómetros y con temperaturas realmente altas entre los meses de junio y septiembre. Al año suelen escoger esta ruta jacobea unos 4.000 peregrinos; algunos de ellos parten desde Mérida y los que disponen de más tiempo comienzan directametne en Sevilla. Aunque se puede conectar con el Camino Francés en Astorga, lo habitual es desviarse en Granja de Moreruela para continuar por el Camino Sanabres, atravesando Galicia.
Ten muy presente que no es recomendable recorrer la Vía de la Plata en verano; las sombras brillan por su ausencia y el calor extremo puede jugarnos una mala pasada. Por el contrario, es mucho mejor idea recorrer estas vías milenarias durante meses primaverales, como marzo, abril o mayo o con la caída de las hojas en otoño, en octubre.
La Vía de la Plata o Camino de la Plata está emparentado con el Camino Mozárabe, una ruta con varias ramificaciones que confluyen para unirse a la Ruta de la Plata en dirección a Santiago de Compostela. Mientras el Camino Mozárabe parte de las provincias de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Córdoba, la Vía de la Plata nace en Sevilla y tras 27 etapas y 700 km, muere en Astorga, donde se une al Camino Francés.
La Vía de la Plata atraviesa toda la Península Ibérica y es uno de los caminos más largos que transcurren por ella. A pesar de que es menos popular y tiene menos servicios que otros como el Camino Francés o el Camino del Norte, posee un trazado muy bien señalizado y un buen número de alojamientos.
Además de las típicas flechas amarillas del Camino de Santiago, la Vía de la Plata tiene una señalización complementaria con diferentes bloques de granito con azulejos de colores. Si el color del azulejo es amarillo, indica que el camino es transitable, aunque no concuerda con el camino original. Si por el contrario, el azulejo es verde, significa que que es el trazado original de la ruta romana, no obstante, no es concordante completamente con la jacobea. Por ello, hay que fijarse bien a la hora de elegir la dirección correcta hacia Santiago de Compostela.
Es una ruta especialmente dura en los meses más cálidos del año, en los que nos esperan altísimas temperaturas y muy poca sombra recorriendo Andalucía y la Meseta Central. Si partimos desde Sevilla a Santiago de Compostela (recorriendo también el tramo final del Camino Francés) habremos recorrido una distancia de 1.000 kilómetros.
Estas son las etapas de la Vía de la Plata, desde Sevilla hasta Astorga:
(Continuar por el Camino Francés hasta Santiago de Compostela)
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