¿Qué es lo que lleva a la gente a preparar la mochila, echársela a la espalda y comenzar a caminar?
A pesar de qué el concepto en sí de peregrino tenga un significado distinto para cada uno de nosotros, conviene echar un vistazo a las definiciones que acoge la RAE para entender lo que es un peregrino. Por un lado encontramos una acepción bastante general que define al peregrino simplemente como una "persona que anda por tierras extrañas". Por otro encontramos una definición más religiosa y enfocada en el peregrino históricamente; aquella persona que "por devoción o por voto va a visitar un santuario".
Desde el punto de vista de las peregrinaciones cristianas, el peregrino es toda aquella persona que dedica un tiempo a apartarse de su vida diaria para dirigirse a un lugar santo, bien sea Santiago de Compostela, Jerusalén, Roma o cualquier otro punto de peregrinación del mundo. Sin embargo la acepción de lo que es un peregrino hoy en día va más allá de la fe o la espiritualidad; cada vez son más los peregrinos que se desplazan a lugares santos en busca de experiencias como la aventura intrínseca de la peregrinación, superar sus propios límites físicos y psíquicos, disfrutar del patromonio histórico-artístico y mucho más.
Año tras año, cada vez más personas se ven atraídas a recorrer el Camino de Santiago con el objetivo de dejar a un lado su rutina habitual, huyendo de su entorno, aunque sea solo por unos días y pasar a estar en contacto con la naturaleza, con otros peregrinos con las mismas motivaciones, en definitiva, por respirar. Muchos peregrinos buscan en la ruta jacobea una experiencia que nos retrotrae siglos atrás, con la que aprendemos a valorar los pequeños detalles -como el tiempo, la compañía, la solidaridad, el respeto- y le restamos importancia a elementos insignificantes que tiene un peso desorbitado en nuestra vida.
Peregrinar a Santiago de Compostela requiere de esfuerzo, convencimiento y compromiso para caminar decenas de kilómetros cada día, lo que sale de lo habitual. Precisamente esto es lo que buscan muchos peregrinos, sabedores de que todo lo que entregan en el Camino de Santiago lo reciben multiplicado por 10. Cuando terminamos la ruta jacobea y regresamos a casa lo hacemos con pena por tener que volver a la rutina, pero con el espíritu lleno de buenas experiencias y recuerdos que compartir.
El Camino de Santiago no es ni mucho menos la única ruta de peregrinación que existe en el mundo, ni tampoco en el mundo cristiano, hay cientos repartidas por todo el mundo y todas merecen el mismo respeto. Entre las más importantes rutas religiosas del mundo cristiano encontramos la peregrinación a Roma, a Jerusalén, a Lourdes o a Fátima, por solo nombrar algunas pocas.
Aquí tienes una breve selección de algunas de las rutas más conocidas:
Una vez los peregrinos han llegado a la catedral de Santiago de Compostela, tras un largo recorrido, deben presentar su Credencial del Peregrino en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino para conseguir su Compostela. Aunque el viaje no acaba ahí, ya que en la propia ciudad, todos los peregrinos tienen por costumbre realizar una serie de rituales.
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