Te acercamos algunos trucos y consejos acerca de cómo lavar tu ropa que te vendrán bien, sobre todo si te estás planteando hacer por primera vez la ruta jacobea
Si nunca hemos hecho el Camino de Santiago es normal que algunas dudas nos asalten la cabeza; si estamos preparando el viaje por primera vez y no tenemos el consejo de un peregrino veterano cerca, una de las preguntas más frecuentes que siempre surgen es ¿qué hago con mi ropa? ¿Cómo la lavo?
Pese a que el Camino de Santiago puede considerarse como un "viaje de placer", no estamos ante la típica escapada de pareja donde acostumbramos a encontrarnos todo hecho (pero eso seguro que ya lo sabéis). Cada año recorren el Camino más personas, sobre todo en temporada alta, y a veces nos juntaremos en albergues una gran cantidad de peregrinos con las mismas necesidades. Estas necesidades no siempre pueden satisfacerse como nos gustaría, pero si vamos preparados, podemos salir con facilidad de más de un problema. En el Camino más en ninguna otra parte, el peregrino previsor vale por dos.
En el caso de lavar nuestra ropa, hay que tener en cuenta que no todos los albergues tienen lavadora, y normalmente si tienen, solo tienen una, por lo que las colas con los otros huéspedes del albergue están aseguradas. Sin embargo, lo que sí vamos a encontrar en todos los alojamientos es al menos varias pilas para lavar a mano nuestra ropa. Hay que tener en cuenta que lavar a mano tiene dos ventajas; tardaremos menos y gastaremos menos. Si de todas maneras tenemos acceso a lavadora y queremos usarla, hay que contar con unos 3 o 4 euros, sacando mucho más provecho al lavado por supuesto si vamos en grupo o nos ponemos de acuerdo con alguien más y compartir.
Después de lavar tendremos que secar, algo que se complica sobre todo en los días de mal tiempo (que en Galicia no son ajenos precisamente) o fuera de las épocas de temporada alta en verano. Por tanto, si hacemos el Camino en verano, lo mejor es secar nuestra ropa en un tendedero (que encontraremos en todos los albergues), mientras que si lo hacemos en invierno, podemos usar una secadora (aunque no todos los albergues disponen de una), con un coste similar al de poner una lavadora. Como último recurso, si una prenda no ha terminado de secarse y tenemos que dejar el albergue, podemos colgarla de nuestra mochila para que le dé el sol de lleno.
Teniendo todo esto en cuenta, además debes intentar ir lo más preparado posible. Para ello te contamos lo que no debe faltar en tu mochila a la hora de lavar tu ropa en el Camino de Santiago:
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