El abandono de perros en el Camino, un problema en aumento

Cada vez se abandonan más perros en el Camino de Santiago

El abandono y extravío de perros, sobre todo en el Camino Francés, es una realidad y un problema que persiste pese a los esfuerzos de las administraciones y las protectoras de animales. Algunos peregrinos llevan consigo a sus perros y finalmente terminan abandonándolos en la ruta jacobea, en otras ocasiones los perros simplemente acaban perdiéndose al separarse de su dueño, sin olvidar los canes desubicados por seguir a peregrinos al paso de las localidades donde viven y que terminan lejos de casa, sin saber cómo volver.

La recogida y el cuidado de los perros extraviados y abandonados en el Camino corresponde a las administraciones locales de los pueblos por los que transcurre el Camino de Santiago, y dado el incremento de estos casos, cada vez supone un gasto más difícil de asumir para los ayuntamientos. Para tratar este problema José Luis García López, alcalde independiente de Arzúa, instará a la Mancomunidade de Municipios del Camino Francés (ente que reúne a todos los ayuntamientos gallegos por donde pasa la ruta) a una reunión donde se trate la problemática y se acuerde una solución mancomunada.

De esa manera se intentará que se ponga en marcha un servicio cuyo coste sea mantenido por todos los ayuntamientos y no sólo por los más afectados, precisamente los que se encuentran al final del Camino de Santiago; parece que se podrían plantear varias soluciones, como la creación de un nuevo refugio, aunque por supuesto la prevención es lo más importante.

Enfrentándose directamente con el problema encontramos instituciones sin ánimo de lucro, como la Asociación Protectora de Animales del Camino de Santiago (APACA), que prácticamente sin medios se hace cargo de estos animales, aunque como vienen reclamando en los últimos meses, se encuentran desbordados. Actualmente buscan apoyo en forma de firmas para que las instituciones locales y autonómicas colaboren con ellos y se pueda construir un nuevo refugio.

Si decides hacer el Camino de Santiago con perro, asegurate de viajar con él atado para no correr el riesgo de perderlo de vista y que tu peregrinación se convierta en un quebradero de cabeza