Azofra

Azofra ©Panoramio / Carlos Sieiro del Nido

A lo largo de su recorrido urbano por Azofra los peregrinos pasarán por delante de antiguas casonas con escudos, símbolo de su pasado. La propia calle Mayor o calle Real, auténtica sirga peregrina, conduce a los romeros hasta la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles y situada en un promontorio.

Levantada en los siglos XVII y XVIII cuenta con una talla del Santiago Peregrino. A la salida del núcleo los peregrinos llegan a la pequeña y semiescondida fuente de los Romeros. Acto seguido, el trazado les conduce hasta el Rollo de Azofra, del siglo XVI. Símbolo de justicia, este tipo de monumentos eran originarios de la Edad Media, época en la que los pequeños núcleos de población se iban transformando en enclaves urbanos de importancia y necesitaban instrumentos de justicia propios.

En esta ocasión, la espada del rollo disuade al presunto delincuente de cometer una fechoría. Visita al jardín botánico Los peregrinos que llegados a una hora temprana a Azofra quieran aprovechar el tiempo restante pueden desplazarse hasta el cercano Jardín Botánico de La Rioja.

Este complejo, de aproximadamente 40.000 metros cuadrados, tiene la peculiaridad, más allá de por toda su diversidad en cuanto a flora, de haber convertido los recorridos en caminos naturales de hierba, lo que permite a los romeros poder realizarlos y visitar el jardín descalzos. Si los peregrinos llaman con anterioridad desde el jardín se les irá a buscar al albergue municipal no suponiendo el traslado un recargo en la entrada.

Eso sí, la vuelta correrá de su cuenta. Abre de lunes a domingo de 10.00 a 14.00 horas y, desde el 15 de abril al 15 de septiembre y de lunes a viernes, también abre de 17.00 a 20.00 horas. Las entradas de los adultos cuestan 4,50 euros. Para más información consultar su web.