Descubre Cantabria con el Camino de Santiago

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Cantabria cuenta nada menos que con dos rutas de peregrinación que están reconocidas por la UNESCO como parte de la Lista de Patrimonio Mundial: parte del Camino del Norte y el Camino Lebaniego.

En 1993, esta organización otorgó ese mismo reconocimiento al Camino Francés, que probablemente sea el más popular en las épocas más recientes. Sin embargo, en la Edad Media, tanto los Caminos del Norte, que recorren la cordillera Cantábrica y están más alejados de la Meseta, se consideraban más seguros y, por lo tanto, eran más populares.

Estas rutas por el norte de la Península han vuelto a ganar popularidad en los últimos años. De hecho, en 2015, la UNESCO amplió el reconocimiento de Patrimonio Mundial a los Caminos del Norte, formados por cuatro rutas: el de la Costa, con más de 930 kilómetros; el Camino Primitivo, que empieza en Oviedo; el Camino vasco-riojano desde Irún; y el Camino Lebaniego, que no es jacobeo, pero sí de peregrinación, ya que conecta la ruta jacobea con el Monasterio de Santo Toribio.

Camino del Norte en Cantabria

La parte del Camino del Norte que recorre la costa cántabra tiene unos 250 km y va desde El Haya (Ontón), cerca de Castro Urdiales y haciendo frontera con el País Vasco, hasta Unquera, a unos 14 km de San Vicente de la Barquera.

Castro Urdiales

En este recorrido se puede disfrutar de algunos de los paisajes y pueblos costeros más populares de Cantabria, así como de una gastronomía excepcional que aprovecha la gran calidad de los productos de la zona. La belleza natural se conjuga con una región llena de historia y cultura.

Pasaremos por poblaciones como Santoña, conocidísima por sus anchoas, o por Santillana del Mar, a medio camino de la ruta y considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Además, también es posible realizar excursiones o visitas desde las paradas del Camino del Norte.

Justo al sur de Santillana del Mar encontramos el municipio de Reocín, que muchos consideran como el corazón de Cantabria. Un centro neurálgico cargado de historia de la región, pero que también se abre a las nuevas tecnologías con rutas que incorporan la realidad aumentada entre su oferta turística.

Por supuesto, el Camino del Norte también pasa por la capital cántabra. Santander es una espectacular ciudad abierta al mar que cuenta con un amplio menú para el visitante, como la parada en el Centro Botín, que no solo acoge exposiciones, sino que también oferta distintas actividades como conciertos o talleres.

Centro Botín en Santander

El recorrido cántabro del Camino del Norte enlaza con el asturiano en el concejo de Colombres, donde se encuentra el Museo de la Emigración y hay una ruta de casas indianas.

Camino de Liébana

Junto al Camino Vasco, esta ruta de peregrinación es una de las pocas vías de conexión entre el Camino del Norte y el Camino Francés. Toma su nombre de la comarca histórica de Liébana, aunque también se conoce como Camino Vadiniense en referencia a al pueblo de Vadinia, una antigua civilización que habitaba en Cantabria y León.

En la Edad Media, el recorrido del Camino Lebaniego era prácticamente de obligado cumplimiento para todos los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago. El objetivo de este peregrinaje era la visita al Monasterio de Santo Toribio, de quien se decía que tenía capacidades curativas y milagrosas.

En este bonito monasterio se encuentra el Lignum Crucis, el que se supone que es uno de los trozos más grandes de la Cruz; por eso, a los peregrinos que realizaban este camino se les llamaba “peregrinos de la Cruz” o “crucenos”.

El Camino Lebaniego apenas tiene 72’73 km, pero cuenta con algo de desnivel, por lo que se recomienda contar con una buena forma física si se desea recorrerlo. En cualquier caso, todos los que lo han realizado coinciden en que el esfuerzo merece la pena.

Este camino se considera ruta jubilar desde 1512. Cada vez que el 16 de abril cae en domingo, se celebra el Año Jubilar del Camino Lebaniego. El último fue en 2017, y el próximo se celebrará a lo largo de 2023 con diferentes actividades y eventos, siendo el más significativo la apertura de la Puerta del Perdón.

El Camino Lebaniego se puede extender por la ruta vadiniense hasta Mansilla de las Mulas, en Castilla y León, pasar por el Parque Nacional de los Picos de Europa, o volver de nuevo al Camino del Norte. Cualquier opción promete vistas y experiencias inolvidables.

Vista de los Picos de Europa