Empezar el Camino del Norte desde Bilbao

Museo Guggenheim de Bilbao

El Camino del Norte tiene cada vez más adeptos entre los peregrinos que realizan el Camino de Santiago. La ruta completa tiene una longitud de 820 kilómetros entre Irún y Santiago de Compostela, pero para aquellos que no quieran lanzarse de lleno a la aventura y hacerlo desde un punto intermedio la opción ideal es comenzarlo en Bilbao.

Tanto si se llega desde algún rincón de España o desde el extranjero, al aeropuerto de Loiu en Bilbao llegan decenas de conexiones de vuelos, por lo que desplazarse hasta la ciudad bilbaína para comenzar el Camino del Norte es una opción muy acertada. Hay quienes no se trasladan hasta Bilbao en avión sino en coche y aprovechan que el parking aeropuerto Bilbao tiene unas tarifas muy ventajosas para dejar su vehículo ahí aparcado y así empezar la ruta peregrina.

Una vez terminado el Camino de Santiago, que desde la capital vasca hasta la capitall gallega supone más de una veintena de etapas, optan por coger uno de los vuelos lowcost que se puede coger, por ejemplo, en el aeropuerto coruñés de Alvedro por precios tan asequibles como los 22,50 euros por trayecto. Y no, no es ningún broma, sino que es uno de los precios habituales de una de las dos aerolíneas que hacen vuelos directos entre A Coruña y Bilbao.

Y, una vez terminado el Camino y cogido ese vuelo tan barato desde Galicia hasta donde hemos dejado el coche, muchos peregrinos aprovechar para hacer una pequeña ruta alternativa por el País Vasco -esta vez en formato roadtrip- antes de poner rumbo de vuelta a casa.

Las etapas más bonitas entre Bilbao y Santiago de Compostela

Casi todas las etapas tienen un encanto especial, pero en este caso hemos seleccionado cuatro de las 27 etapas que hay entre ambos puntos y que podrían considerarse las etapas más bonitas de ese tramo. En la que une Portugalete y Castro Urdiales, el peregrino se despide de Euskadi paseando junto al mar para dar paso al descubrimiento de la bella Castro Urdiales, una estampa que más de uno habrá visto en imágenes turísticas de famosos pueblo del Cantábrico. Su puerto, su casco histórico y, cómo no, su gastronomía convierten esta etapa en un gusto para los ojos, el estómago y también para los pies por la tranquilidad de la ruta.

La etapa entre Colombres y Llanes también es digna de mención. Su recorrido es de 23 kilómetros y mete de lleno al peregrino en el antiguo reino de Asturias con entornos impresionantes y rutas alternativas que, por supuesto, están perfectamente señalizadas. El fin de la etapa es la turística Llanes, donde su patrimonio no deja a nadie indiferente. Una de las visitas recomendadas es la de los cubos de la memoria, obra de Agustín Ibarrola que se puede contemplar en el puerto marinero de la villa.

Otra etapa digna de mención es la de Llanes – Ribadesella. A lo largo de 30 kilómetros el peregrino encontrará playas dignas de admirar y también recorridos que trasncurren por zonas rurales poco concurridas. La monotonía no forma parte de esta etapa, sino que concluye además en la maravillosa desembocadura del río Sella.

Por último, ya en Galicia, una etapa ideal es la que discurre entre Baamonde y Sobrado. Las pequeñas aldeas lucenses con encanto tienen en esta etapa grandes representantes, entre los que se encuentran puntos de interés como el Monasterio de Santa María de Sobrado. Eso sí, este tramo se hace un poco más largo que otros porque son 40 kilómetros de ruta, ahí es nada. Hay quienes optan por dividirla en pernoctando en Mirás.

Islote de Gaztelugache​

Qué ver en Bilbao y alrededores

Una vez terminado el inolvidable Camino de Santiago, es momento de coger ese vuelo de bajo coste de vuelta a Bilbao, donde hemos dejado nuestro coche aparcado para poder hacer un ruta por los alrededores. Paradas imprescindibles en la capital vizcaína son el Museo Guggenheim, que desde 1997 se ha convertido en un emblema de la ciudad; la Plaza Nueva, referente del Casco Viejo y templo de cañas y pintxos para reponer fuerzas. Las Siete Calles del Casco Viejo son de recorrido obligado: mantienen su trazado medieval original, que si mantiene inalterable con el paso de los años.

El Mercado de la Ribera ha sido un punto neurálgico de comercio desde el siglo XIV. Actualmente, congrega muchísimos puestos de productos frescos de primera calidad donde poder descubrir las exquisiteces de la cocina vasca congregadas en 10.000 metros cuadrados.

Cogiendo el coche, la visita que no debe faltar es San Juan de Gastelugatxe, un pueblo costero entre Bakio y Bermeo rodeado por el Mar Cantábrico y acantilados y cuyo punto más característico es su islote con su larga escalera y la ermita coronándolo. Se ha hecho más conocido que nunca desde que la famosa serie Juego de Tronos la haya elegido como escenario para algunos de los capítulos de la aclamada producción.

Ya por último, recomendamos una visita a Urdaibai. El estuario del río Ursiabai fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1984, título que le ha valido para poner de manifiesto el valor de su impresionante fauna y flora. Completar la visita con parada en Gernika es también imprescindible para conocer su famoso árbol, su Museo de la Paz y su mercado de los lunes.