No todo es caminar, el Camino de Santiago también ofrece actividades de ocio

No todo es caminar, el Camino de Santiago también ofrece actividades de ocio.

Los pueblos por los que transcurre la ruta nos proporcionan distintas ofertas para rellenar nuestro tiempo libre. Aquí van varias ideas sobre qué hacer al final de la jornada si las ampollas y el cansancio nos lo permiten.

Foliadas

Al llegar a Galicia empezarán a sonar con más fuerza las gaitas y las panderetas. La muiñeira aparecerá en el camino y tus pies no podrán resistirse a unirse al baile. Las foliadas son una de las mejores propuestas para los peregrinos. Se trata de reuniones, tradicionalmente eran encuentros improvisados, de músicos y bailadores de música tradicional.

En muchos pueblos se acostumbran a reunir en los bares y cada vez es más popular que se organicen foliadas con varios grupos de los alrededores que tocan música tradicional. La fiesta está asegurada ya que el repertorio es amplísimo, reina la improvisación y se agradece que la gente baile y disfrute al son de la gaita y las panderetas.

Juegos de mesa con otros peregrinos

Si notas que no puedes dar ni un paso más las foliadas no son para ti. ¿La recomendación en esos casos? Socializar con el resto de los peregrinos en el albergue alrededor de un juego de mesa. El juego ayudará a compartir las experiencias del día, las motivaciones del peregrinaje y los planes al llegar a Santiago.

Si el cansancio te invade y no eres ni siquiera capaz de articular palabra para socializar, la mejor opción es enfrascarte en tu teléfono móvil. El resto de los peregrinos lo entenderá ya que las jornadas suelen ser bastante duras y hay mucha gente que necesita desconectar una vez completado el objetivo del día. En esos la red está para salvarnos y ofrecernos multitud de opciones: desde el Spin Palace Sports, hasta el Candy Crush.

Conoce la historia y la arquitectura del pueblo

Los pueblos por los que pasa el Camino guardan un montón de secretos. Muchas veces su historia y su arquitectura quedan ensombrecidos por la magnificencia de Santiago de Compostela. No obstante, una vez tomada la ducha de rigor en el albergue, es muy recomendable preguntarle a la gente de las recepciones por los monumentos y sitios singulares que visitar. Es una buena manera de empaparse de cultura, caminar a paso más lento y descubrir lugares con los que no contábamos.

Cata de vinos

Muchos de los lugares por los que discurre el Camino tienen gran tradición vinícola. Desde los vinos de la denominación de origen Rioja hasta los gallegos de la Ribeira Sacra. Para curar el dolor de piernas e irnos más contentos a descansar probar los vinos de la zona es el mejor remedio.

Además de los vinos también son famosos los licores. En Portomarín, por ejemplo, celebran en la primavera la Fiesta del Aguardiente. Es una buena oportunidad para ir entrenando el cuerpo a estos brebajes ya que a lo largo del camino nos ofrecerán más licores y, si no queremos ofender a los locales, será mejor tragarlos de un sorbo.