O Porriño

O Porriño ©Panoramio /kikobela

Después de un tedioso trayecto por el polígono de As Gándaras y la parroquia de Atios, el peregrino llega al área urbana de O Porriño a través de la calle Manuel Rodríguez, donde la carretera se bifurca y hay que tomar a la derecha para llegar hasta la plaza de San Sebastián. En esa zona se encuentra la capilla del mismo nombre, que marca el origen de la zona donde nació el municipio. Aunque su valor histórico está vinculado al nacimiento del concello, es sencilla en cuanto a arquitectura, puesto que fue construida por los propios vecinos para poder oir misa diaria y evitar desplazamientos.

Si el peregrino tiene unos minutos es aconsejable desviarse a mano derecha hasta la zona verde que se ve al final de la calle. En ella se puede encontrar el pabellón de acceso a la estación de metro que estaba situado en la Gran Vía de Madrid. La compañía del metropolitano decidió su retirada y ante el riesgo de desaparición fue trasladado en 1971 al concello de O Porriño.

La estructura fue proyectada por el famoso arquitecto porriñés Antonio Palacios en el año 1919 y estaba compuesto por dos estructuras diferentes, una de granito muy trabajado y otra de hierro forjado y cristal. Sin embargo, en el traslado se perdió la parte de hierro. Regresando al trayecto original, el peregrino deberá continuar por la misma calle hasta encontrarse con la capilla de San Benito, donde antiguamente se realizaba el mercado de la villa y donde llegó a situarse una pequeña alameda.

La capilla fue levantada a finales del siglo XIX y posteriormente restaurada y ampliada a comienzos del XX. Es un edificio de reducidas dimensiones con planta de cruz latina. Si el caminante tiene ganas de un poco de arte urbano, sería posible desviarse a mano izquierda por la calle de la Ola, donde se puede ver el gran muro de la calle Cando lleno de grafitis que cada año se renueva en un concurso de grafiteros.

Continuando por la zona, en la que destaca la piedra en todas las construcciones, el peregrino entra en el corazón urbano de la villa y es recibido por la capilla de Santa María. Se encuentra en pleno cruce de Ramón González con Manuel Rodríguez y según parece fue levantada a mediados del siglo XVI. Fue cambiando de advocación y estuvo dedicada a San Jorge en un comienzo. En 1778 parece que estaba dedicada a Nuestra Señora de la O pero desde 1809 la denominación se centra en Santa María.

O Porriño ©Panoramio /kikobela

El peregrino puede proseguir su recorrido en dirección a la plaza Arquitecto Antonio Palacios, donde se encuentra el edificio consitorial, obra del porriñés más famoso. Una estatua de él sentado en uno de los bancos de la zona rinde homenaje a este prolífico arquitecto, el mejor embajador del granito de O Porriño. Este edificio es la obra más importante del arquitecto en su ayuntamiento y estaba dedicado a su madre.

La edificación, levantada en los años 20, sustituyó al consistorio original, que se encontraba en estado ruinoso. El proyecto fue entregado gratis al concello gracias a la generosidad de Ramón González. El trayecto continúa por las calles empedradas, que se terminan justo en la zona de la capilla del Cristo y la fuente de Palacios. La fuente fue construida en honor a un antiguo crucero y tiene dos cuerpos, uno primero con base octogonal para salvar el desnivel de la plaza y luego una parte superior en la que se asienta una base y se erige la fuente.

Los caños de agua están alternados con elementos ornamentales con motivos florales muy vistosos. Corona la fuente una columna de corte clásico que termina en un capitel con decoración vegetal sobre la que se levanta la estatua de un paje, obra del maestro Cerviño. La fuente data de 1904. Detrás de la fuente se puede acceder a través de una escalinata a la capilla del Cristo, el cuarto recinto religioso que apareció en el núcleo urbano. Su construcción fue gracias a Servando Ramilo Nieves, que donó el terreno para la capilla y el parque, además de sufragar los gastos del recinto.

Las obras se terminaron en 1899 y su inauguración, un 17 de septiembre, marcó una cita clave en el calendario porriñés, que ahora en esas fechas celebra sus populares fiestas patronales. Un poco más adelante se encuentra el cruce en el que el peregrino deberá decidir si continúa el trayecto o toma a mano izquierda en dirección al albergue de peregrinos. Si el rumbo es en dirección a Redondela, todavía quedará atravesar un pequeño tramo del casco urbano antes de adentrarse en la N-550.