Pedro Antonio Peña elige su ruta preferida: "para mi es el Camino Primitivo"

A Fonsagrada

A sus 79 años, Pedro Antonio Peña es uno de los peregrinos que mejor y más conocen el Camino de Santiago, habiendo conseguido ya 57 compostelas y habiendo caminado ya por todas las rutas. Recientemente hemos podido hablar largo y tendido con este hostelero jubilado que ha dedicado buena parte de su vida a recorrer el Camino de Santiago. "Se quedó clavada en mí", nos comentó en un reciente artículo, motivo por el que ha recorrido nada menos que 34.000 kilómetros desde que en 1987 completó su primer Camino por etapas.

Lo contemplan casi 30 años haciendo las rutas jacobeas y, por lo tanto, ha visto muchas rutas y muchos parajes de envidiable belleza en su recorrido. Pero, como profesional y experto, ¿cuál es su ruta preferida? "Por belleza, por paisaje, por Camino y por todo, para mi es el Camino Primitivo. A la par que el Camino del Norte, pero sobre todo el Primitivo", nos confiesa Pedro Antonio. Eso sí, aclara que "empezando en León":

Normalmente cuando hago el Primitivo, antes hago los cuatro días de León a Oviedo, toda la parte de Pajares, es una maravilla. A mi me encanta la naturaleza, los espacios abiertos, libres... estar en contacto con el campo, con la flora y la fauna. - Pedro Antonio Peña

Pedro Antonio Peña - RAMÓN LEIRO

En estos años, además de disfrutar de la experiencia, Pedro Antonio ha contemplado cómo el Camino ha ido cambiando, principalmente en rutas más conocidas como el Camino Francés. Concretamente, quizás, nota demasiada comercialización del Camino de Santiago; "comprendo que tengan que vivir del Camino, pero se ha convertido ya en un negocio turístico. Además, cada día, se ven más turigrino...", reconoce este caminante que lleva 30 años recorriendo las rutas. De hecho, nos confiesa que ya hace 20 años acuñó en una entrevista el término "bicigrino", que diferencia del peregrino en bicicleta.

Dije que ya empiezan a verse los bicigrinos, porque para mi hay el peregrino que va en bicicleta y el bicigrino. El bicigrino es un peregrino al uso. El que va en bicicleta... yo he estado parado, viendo unos miliarios preciosos que hay en la Vía de la Plata, románicos, y pasar un grupo de tres o cuatro en bicicleta y no pararse. El que va en bicicleta va a hacer kilómetros, y yo pienso que ese no va a disfrutar del Camino. Tiene una meta y... no todos, claro, pero bueno, este fue el caso. - Pedro Antonio Peña

De hecho, las anécdotas en este sentido son numerosas para Pedro Antonio. Cuenta que haciendo La Vía de la Plata , de Sevilla a Cáceres, un hombre se acercó mientras caminaba por la ruta y les preguntó que si se iban a quedar allí, en cuyo caso les recomendaba su albergue, haciendo el trabajo de comercial: "ya hasta te salen a buscar al Camino. Son cosas que... esos son los cambios que encuentro y que chocan". Sin embargo, para Pedro Antonio no todo es negativo en este sentido, y reconoce que en los últimos años el Camino ha mejorado mucho su infraestructura: "por lo demás, hemos pasado de dormir en el suelo al raso, o de dormir en el suelo de una iglesia – me pasó en los primeros del Camino Francés, a dormir ahora en los albergues municipales. ¡Esto es un lujo, es una maravilla, así hay tanta gente!".

Embalse de Ricobayo

Por supuesto, en todos estos años no todos han sido buenos momentos. De hecho, algunas anécdotas son ciertamente peliagudas, ya que al principio Pedro Antonio caminaba totalmente solo, aunque dice ahora que no lo recomienda por seguridad. Admite que en alguna ocasión llegó a perderse y a preocuparse de forma importante. "Por la Vía de la Plata, saliendo de Zamora hacia arriba, hay un pantano, el Pantano de Ricobayo. Estaba muy crecido, y las flechas antiguamente estaban puestas cuando bajaba el agua... ahí las pintaban", recuerda el peregrino, "perdí las flechas, nos las encontré y lo pasé mal, porque me tiré casi dos horas dando vueltas sin saber por dónde iba. Al ir solo te agobias, y sobre todo al ser la primera vez que lo hice. Creo que fue en el año 95 o 96".