Mensaje #2638

Me parece genial que se abran nuevas rutas para llegar a Santiago, aunque sean "inventadas". El nuevo trazado desde Ribadeo hasta El Ferrol es una de las que más gratamente me ha sorprendido.

No me ha sorprendido nada, en cambio, el "Camino del Mar". Es una oferta-oportunidad turística más. Como ciertos económicamente poco accesibles trenes turísticos que, también por cierto, llegan a Santiago. En turismo no está todo inventado. En comparación, el más €€€ accesible €€€ tren Peregrino de Renfe me parece hasta buena idea porque, al menos desde una perspectiva muy lejana, casi muestra atisvos más afines al sentido tradicional, aunque más cómodo.

Quizás el "Camino del Mar" funcione con el turismo, mejor dicho, con la masificación turistica. Si, según se afirma, los pasajes y los atraques en puerto tienen menor precio que los corrientes, quizás esa nueva oferta consiga redistribuir el turismo y contribuya a descongestionar ciertos puntos y tramos excesivamente turistizados. Lo aprovecharán quienes se lo puedan permitir, por eso espero que, aunque muchos sectores económicos encuentren su beneficio, la promoción bestial que se hará fuera de estas fronteras no olvide a quienes viven dentro de ellas, interesados directa o indirectamente, o no, en tan novedosa manera de llegar a Compostela.

Dudo - espero equivocarme aunque lo dudo también - que contribuya a descongestionar algunos de los itinerarios a pie más congestionados, porque no creo que ese sea su objetivo y porque, de hecho, en tradición, nada tienen que ver con esta nueva modalidad que poco dice de las infraestructuras de apoyo para Peregrinos que puedan acompañarla. Pero, si contribuye descongestionando algunos de los itinerarios jacobeos, quizás llegue a formar parte - sólo en parte - de ellos.

La respuesta a la segunda cuestión es aún mucho más personal.

Hace siglos, la temida y peligrosa travesía en barcos desde Inglaterra hasta las costas de Galicia - primero y a pie hasta Compostela después -, era parte de la peregrinación, ¿por qué no puede seguir siéndolo hoy?. Los tiempos cambian. La travesía por aire, más rápida, puede formar y forma también parte de ella. Los valores no tienen porque perderse por ello,...

El espíritu peregrino no nace precisamente de la facilidad de tener todo programado ni de esa "necesidad" que se torna falsamente vital e imprescindible cuando la comodidad, o mejor dicho, su aparente falta, mira desde un sofá. Tampoco nace necesariamente de las formas de acometerlo - menos aún de las que se emprenden con "ventajas" y "maneras" poco respetuosas -. Pero sí tiene su origen - o uno de ellos - en la actitud con la que se emprende y se recorre, que sí está en estrecha relación con las maneras de entrar en él.

La respuesta está en la "manera personal" de afrontar la peregrinación. Los valores originales de la peregrinación cambian desde el momento y en la medida en que lo hace la actitud hacia ella. La actitud hacia el Camino hace a Peregrinos y Caminantes,... Y es precisamente la actitud la que determina, en gran medida, la manera en que se emprende el Camino; de la manera en que se hace, el tiempo que se le dedica es parte muy importante, si no es la que más, junto al itinerario que se escoge para estar en contacto con el y recorrerlo.

Actitud,... Ni si quiera entra en juego, al menos en principio, la motivación - que va por dentro y rara vez aflora -. Desde una perspectiva amplia, hacerlo a la manera tradicional en todos los sentidos - itinerario, esfuerzo, aventura, improvisación, superación, convivencia... -, junto a iguales o en soledad, hace aflorar valores olvidados y ayuda indudablemente a mantener los valores originales de la Peregrinación.

Hay muchas frases de conocidas películas sobre el Camino que encierran la que es, al final, su dimensión espiritual: "El Camino es un viaje muy personal" o "El Camino sólo se hace por uno mismo" o esta otra "Hay dos maneras de hacer el Camino: Una es buscar a Dios y encontrarse a sí mismo y la otra es buscarse a sí mismo y encontrar a Dios". "Búsqueda" es también romper barreras internas que limitan la superación personal en todos los aspectos. Puede que, incluso, no se trate de ello, y solo se busque estar alejado de interferencias para tomar perspectiva de las cosas desde fuera. Pero para "buscar" hace falta tiempo para estar en contacto consigo mismo y con los demás, y el Camino, al modo tradicional, ofrece todo eso.

Cierto, hay tantos Caminos como Peregrinos, pero si la actitud cambia, los valores también. Y si se pierde, los valores originales desaparecen. Nada se consigue fácilmente sin algo (a veces mucho) a cambio: El Camino, o mejor, lo que conlleva, tampoco.