Ribadiso

Rehabilitado a principios de los noventa, el conjunto de piedra del albergue de este enclave es uno de los sitios más recordados por los viajeros. Ribadiso lleva siglos acogiendo peregrinos. Este edificio de piedra en su día funcionó como hospital, conocido como San Antonio.

En su día fue administrado por las monjas Terciarias Franciscanas del Monasterio de Santa Cristina da Pena, más tarde pasó a manos de la cofradía gremial de los plateros de Santiago, que a su vez lo cedieron en contrato de foro (cesión a muy largo plazo, normalmente tres generaciones) al noble Rodrigo Sánchez de Boado. La única condición, mantenerlo en buen estado y acoger a los peregrinos.