Viana

Viana ©Panoramio génessis

El zigzagueante recorrido urbano adentra a los caminantes en Viana a través de las calles El Cristo y La Pila. Al propio núcleo monumental acceden a través del portal de la Trinidad, de las antiguas murallas, levantado en el siglo XVII para facilitar el comercio de mercancías. El emplazamiento fronterizo con el antiguo Reino de Castilla provocó que Viana se convirtiera  en un bastión militar con forma de fortaleza. A partir del siglo XIII se levantó un castillo y se construyeron las murallas con sus torreones y sus cuatro puertas, orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.

La situada al oeste, la de San Felices, se emplazó donde se puso la primera piedra de Viana, en 1219. Posteriormente, en el siglo XVII se levantaron la de la Trinidad y la de San Miguel. El trazado jacobeo continúa por la calle Algarrada, donde se conservan ejemplos de casas señoriales renacentistas, para acercarse, acto seguido, a la plaza del Coso, donde tenían lugar las celebraciones taurinas. En este lugar los caminantes pueden contemplar el Balcón de Toros, palacio barroco del siglo XVII construido con el fin de que sirviera como palco de honor de las autoridades municipales que presidían dichas celebraciones taurinas.

La siguiente calle jacobea es la Rúa de Santa María, la conocida calle Mayor del enclave, con sus casas medievales con elementos decorativos y sus numerosos servicios para peregrinos. En este lugar, aunque avanzados unos metros, se levanta la monumental iglesia catedralicia de Santa María, declarada monumento nacional en 1931. Construcción gótica del siglo XIII, en su interior llaman la atención el magnífico retablo mayor barroco y las pinturas de Luis Paret que decoran la capilla de San Juan del Ramo.

En su exterior, a los pies de la portada sur, de estilo renacentista, una lápida de mármol recuerda que allí se halla la tumba de César Borgia. Hijo del papa Alejandro VI, fue obispo de Pamplona a los 16 años. Destinado a ser papa, un año después ya es ordenado cardenal, lo que le permite entrar en la curia vaticana, donde convive con personalidades ilustres como Leonardo da Vinci o Maquiavelo. Nombrado capitán general de las tropas de los Estados Pontificios, su carrera militar se ve truncada con el nombramiento del papa Julio II, que ordena su captura y reclusión en el Vaticano. Ya liberado, escapa a España, donde su cuñado, el rey Juan de Navarra, lo nombra capitán de los ejércitos de Navarra.

Fallece en un combate en Viana el 11 de marzo de 1507. Con aureola de aventurero e inquieto, ocupó su vida entre el estudio,  las luchas y la diplomacia vaticana. Otro monumento, ubicado en la plaza Sor Simona, junto al convento barroco de San Francisco, recuerda también a esta persona clave del Renacimiento. A los pies del templo se ubica la plaza de los Fueros y, enfrente, el elegante Ayuntamiento del siglo XVII, cuya fachada es de estilo barroco francés. El Consistorio alberga en la sala de plenos el busto de la patrona de la localidad, María Magdalena, y, en su archivo municipal, el Fuero del Privilegio del Águila, título con el que Sancho VII el Fuerte funda la villa en 1219.

Viana ©Panoramio Igor Bikandi

El itinerario avanza entonces por la calle Navarro Villoslada, donde se localiza la Casa de Cultura, que ocupa un edificio del siglo XV que hacía las funciones de hospital para peregrinos, y desemboca en la plaza de San Pedro, donde se conserva la iglesia y fortaleza de San Pedro. Esta construcción gótica del siglo XIII es la más antigua de las que se conservan en la localidad. Su privilegiada situación defensiva hizo que fuese utilizada como cuartel general por las tropas napoleónicas y por ambos bandos en las guerras carlistas. Pero su inestable construcción sobre un escarpe provocó que se hundiese parte de su estructura en 1844.

En su antiguo cementerio se conservan los mejores restos de las murallas. Además, desde este lugar se puede contemplar una excepcional panorámica del valle del Ebro. Visitas en el entorno El monumento más antiguo de Viana se halla a 9 kilómetros al norte del núcleo urbano. Se trata del hipogeo de Longar, una cámara sepulcral megalítica situada en el conocido como alto de los Bojes y datado entre el 2850 y el 2500 antes de Cristo. Descubierto en 1985, a él se accede por una abertura en la losa de entrada. En su interior se hallaron 80 cadáveres y distintos utensilios de sílex. Desde Viana hay un sendero para llegar a este lugar desde la Fuente Vieja.