¿Cómo evitar las chinches en el Camino de Santiago y qué hacer si te han picado?

Albergue del Camino de Santiago, imagen de Wikimedia Commons

Al realizar el Camino de Santiago, una de las opciones más recurrentes para pasar la noche entre etapa y etapa es alojarse en un albergue. Es una experiencia más del Camino, ya que podemos conocer a gente de todo el mundo y entablar relación con otros peregrinos, pero también puede causarnos un disgusto. 

Un establecimiento en el que va y viene tanta gente es un foco ideal para la aparición de plagas como chinches. Estos parásitos pueden hacer de las siguientes etapas un caos, causando picores y molestias. Además, es muy sencillo que se cuelen en tu mochila y vayan de un albergue a otro, y acaben causando problemas a más peregrinos.

Aprende a detectar las chinches en un albergue

Cuando llegas a un albergue, antes de sucumbir al cansancio deberías comprobar que el sitio donde te hospedas está libre de chinches. Hay varios sitios en los que suelen resguardarse, y que debes revisar con detenimiento. 

Comprueba que las costuras de los colchones están libres de estos insectos, así como el cabecero de la cama y los bastidores de las camas. La cosa no queda ahí: si hay alfombras, revísalas también, y haz lo mismo con las grietas de las paredes si las hay. Incluso pueden resguardarse en tomas eléctricas, o en el vértice entre la pared y el techo. Revisa la habitación a fondo. 

Una infestación de chinches suele ir indicada por manchas rojizas y oscuras, como si fuera óxido, que están causadas por el aplastamiento de los insectos. Si encuentras algunas gotas de sangre en el colchón, también pueden ser una señal de la presencia de chinches. Al fin y al cabo, la sangre es el alimento principal de estos insectos. 

La chinche es un insecto que mide alrededor de medio centímetro, y es muy estrecho. Puede escabullirse en cualquier rendija, ya que tiene un ancho similar al de una tarjeta de crédito. Es un insecto rojizo y de forma ancha, y nunca van solas.

Chinche entre las sábanas, imagen de Envato Elements

Distingue las picaduras de chinches

Si después de dormir en un albergue te encuentras con picaduras en las zonas descubiertas de piel, podría ser un indicio de que has sido víctima de las chinches. También pueden ser resultado de otros insectos (mosquitos o pulgas, por ejemplo), pero hay otros síntomas que las delatan. Estas picaduras suelen ir acompañadas de hinchazón, inflamando una zona más amplia que una picadura de mosquito. 

No solo hay síntomas fisiológicos. Su presencia suele ir acompañada de un olor dulzón y denso que puede resultar desagradable. Por la mañana, vuelve a revisar la cama en busca de gotas de sangre y pieles secas, que son el resultado de la muda de las chinches. 

Qué hacer si detectas chinches

Si estás convencido de que, efectivamente, lo que hay son chinches, hay varias cosas que hacer. Lo primero será, por supuesto, avisar al personal del albergue para que puedan realizar la limpieza pertinente y eliminar la plaga. 

Si queremos estar seguros de que no llevamos acompañantes indeseados en la mochila, y que no lleguen al siguiente albergue, tendremos que lavar nuestra ropa e incluso la mochila. Haz un lavado a más de 60 ºC, para asegurar de que las chinches no se quedan en nuestras prendas. Por supuesto, es importante que nosotros mantengamos esa misma higiene corporal. 

Si sigues estas recomendaciones, podrás detectar las chinches más fácilmente y con mayor seguridad que otros peregrinos. Sin embargo, el espíritu del peregrino radica en la generosidad con otros caminantes, así que si encuentras una plaga de este insecto advierte a otros compañeros para que puedan lavar su ropa y no llevar chinches el resto del Camino.