Logroño

Logroño - Bar Lorenzo

Si por algo destaca Logroño, además de por su belleza monumental, es por ser haber ostentado el título de capital gastronómica de España. Por ello, los peregrinos no deben olvidar hacer un recorrido por sus famosas calles de los vinos. Entre la calle Portales, cuyo nombre procede de los soportales construidos al final del siglo XIX, y la zona nueva, pero aún en pleno casco antiguo, se localizan las conocidas calles Laurel y San Juan, dos paradas obligadas. En el primer caso, el conjunto de calles y bocacalles del Laurel incluyen cerca de un centenar de locales con diversos y sabrosos pinchos, un compendio de la mejor gastronomía riojana. Lugar de chiquiteo y tapeo, cada bar tiene varias especialidades gastronómicas.

Algunos solo ofrecen estas y otros tienen, además, otros pinchos. Es común que se conozca los locales  no por su nombre, sino por su especialidad. Migas, embuchados o cojonudos son solo algunas de las ofertas culinarias que los romeros podrán disfrutar allí. Paralela a la calle Portales avanza la calle San Juan, con diversas barras repletas de atractivos pinchos y tapas. Entre tanta oferta es difícil elegir. Eso sí, siempre se recomienda regar las tapas con un vino de La Rioja. A esta zona muchos riojanos la conocen como senda de los Elefantes, porque los que allí tomaban más de un vino, que eran la mayoría, salían con una buena trompa.