Muralla de Navarrete

El Camino Francés se adentra en La Rioja en la séptima etapa, que termina en Logroño. La octava etapa de esta ruta transcurre por completo en territorio riojano, y cruza la localidad de Navarrete. El casco antiguo de esta localidad aún mantiene el trazado medieval que se marcó junto a la muralla. A través de ella podemos comprobar el crecimiento de Navarrete, aunque solo se conservan algunos tramos.

La importancia de la muralla de Navarrete

Navarrete no contaba con un sistema defensivo hasta 1380, cuando comienza la planificación y construcción de la muralla. También se levantó una fortaleza, aunque no se conserva en la actualidad porque se construyeron en su ubicación varios depósitos de agua. El objetivo principal de la muralla era proteger la zona de posibles incursiones desde el Reino de Navarra, que era limítrofe con la localidad. La muralla llegó a contar con siete puertas y varios torreones defensivos a lo largo de su trazado.

Con el crecimiento de la villa hasta alcanzar la población que tiene hoy, se fueron construyendo más viviendas que a menudo se superponían al trazado de la muralla. Esto ha hecho que se haya perdido gran parte del trazado, aunque aún sigue en pie una parte de su recorrido original y se conservan restos de la Puerta de Nuestra Señora en la Plaza del Arco. 

También se han hecho restauraciones, sobre todo en 1972. En ese año se recubrió de piedra un tramo en muy mal estado. Solo se mantenía en pie por un contrafuerte, también muy deteriorado y que se quitó del todo para la obra. Ahora puede observarse este tramo reconstruido junto al Ayuntamiento.