Reportaje

Peso en la mochila para el Camino de Santiago: Sigue esta regla

Como regla general, recuerda que el peso total de tu mochila debe rondar el 10% del peso total de tu cuerpo para que no termine convirtiéndse en un infierno en tu espalda

Camino de Santiago | Foto de Yeraygm

Camino de Santiago | Foto de Yeraygm

Cómo elegir la mochila correcta para el Camino de Santiago

Aunque ya hemos hablado en Vive Camino largo y tendido sobre la importancia de la mochila en el Camino de Santiago, especialmente cuando nos referimos al equipaje en general, hay aspectos que tienes que escoger con cabeza. Uno de ellos, como ya estarás imaginando, es la propia mochila. ¿Has escogido el modelo adecuado? ¿Se adapta a tus necesidades? ¿Y a las de la ruta en sí? 

Elegir la mochila correcta para el Camino de Santiago es un paso fundamental en la preparación del viaje. De no escoger el modelo adecuado la travesía puede convertirse en una auténtica pesadilla que desemboque en problemas físicos y un cansancio desmesurado. Con estos sencillos pasos podrás escoger la mochila adecuada sin muchas complicaciones. 

Tamaño y capacidad

La capacidad de una mochila de senderismo, el tipo y modelo que vamos a escoger para el Camino de Santiago, se mide en litros. La ideal para este tipo de viaje ha de tener entre 30 y 50 litros en líneas generales. Espacio más que suficiente para que podamos llevar con nosotros todo aquello que necesitamos durante el viaje y distribuirlo cómodamente para acceder a ello de manera fácil y sin problemas. 

Material y durabilidad

A la hora de escoger una mochila deberemos tener en cuenta dos elementos clave: material y durabilidad. Siempre deberemos priorizar una mochila fabricada con materiales resistentes al agua o que vengan con una cubierta de lluvia. Aunque realices el Camino de Santiago en verano puede que no estés libre de varias etapas en las que la lluvia sea protagonista, ni de qué decir en caso de que optes por el Camino de Invierno. Mantener el equipo seco es primordial. Por otro lado, la durabilidad viene de la mano de la calidad de los materiales y su construcción. Una mochila de buena calidad puede tener un costo inicial más alto, sí, pero puede que su durabilidad justifique la inversión a largo plazo para el viaje ¡y también los siguientes! 

Mochila | Envato. Autor: José Antonio Gil Martínez

Mochila | Envato. Autor: José Antonio Gil Martínez

Busca características adicionales

A la hora de comprar una mochila siempre podemos buscar características adicionales. Éstas pueden ir en forma de bolsillos externos, aperturas en la parte inferior o diferentes compartimentos internos que nos faciliten la organización. En definitiva, no son imprescindibles pero sí pueden ayudarnos en gran medida a la organización del equipo. 

Nunca te olvides de probarla antes de comprar

Puede parecer una tontería, pero nunca está de más recordarlo, siempre debemos probar una mochila antes de comprarla y a ser posible con el peso. Prueba a cargarla con un poco de peso en una tienda especializada, allí tendrán diferentes objetos que simulen llevar equipo en la mochila. De esta manera podrás conseguir una mejor idea de cómo se distribuye el peso y la comodidad que te puede aportar. Por supuesto, valora también cualquier consejo o pregunta que pueda surgir con el dependiente ya que conocerá el producto. 

Con estos consejos será prácticamente imposible no escoger la mochila adecuada para ti. Una buena compra es aquella que, una vez con el equipo ya preparado en el interior, se ajusta bien a tu cuerpo, te ofrece comodidad y el soporte necesario. Toma tu tiempo para escoger la mochila correcta ya que como hemos mencionado hay una gran diferencia entre realizar el Camino de Santiago cómodamente con la mochila adecuada y una que ralentice y empeore nuestra experiencia. 

Mochila | Wikicommons. Autor: José Antonio Gil Martínez

Mochila | Wikicommons. Autor: José Antonio Gil Martínez

Cómo distribuir el peso en la mochila correctamente

Este es posiblemente, junto a la elección de la mochila adecuada, uno de los puntos cruciales que pueden ayudar a llevar con buen pie todo el viaje. Si lo realizamos de la manera adecuada y óptimo podremos garantizar un viaje cómodo y seguro, algo fundamental cuando se trata de una travesía tan exigente como el Camino de Santiago. Para ello hemos preparado una sección dividida en varias partes, cada una de ellas tratando un espacio diferente de la mochila. 

Parte inferior de la mochila

En esta sección de la mochila deberemos colocar los artículo más ligeros, y en especial aquellos que no necesitaremos durante el día. Un claro ejemplo serían los sacos de dormir, almohadillas inflables, ropa de dormir, etcétera. Con esto creamos un espacio estable y que evita que el peso nos lleve hacia atrás. 

Parte central de la mochila

La parte central de la mochila es una de las más importantes pues en ella se encontrarán los objetos y equipo más cercano a la espalda. Comenzamos por los objetos más pesados y densos: comida, kit de cocina en caso de que lo llevemos, agua… Éstos objetos deberán ser los más pesados y situarse lo más cerca posible de la espalda. Sólo así podremos distribuir el peso de manera completamente uniforme, manteniendo el centro de gravedad en una posición que facilita el equilibrio. 

Mochila | Envato

Mochila | Envato

Parte superior y bolsillos externos de la mochila

Esta sección cubre aquellos objetos o parte del equipo que es más dada a utilizar a menudo. Para ello será vital colocar los objetos que necesitemos a lo largo del día, véase por ejemplo, una chaqueta para la lluvia, un botiquín de primeros auxilios, protector solar, mapas, snacks para el camino… Es importante que estos objetos estén bien organizados y por supuesto a nuestro alcance siempre que sea necesario. 

Laterales y partes externas de la mochila

Si has tomado la decisión correcta a la hora de escoger tu mochila para el Camino de Santiago, dispondrás de un complemento que cuenta con un buen puñado de bolsillos y secciones laterales. Los bolsillos laterales los usaremos para almacenar objetos que nos ayuden a equilibrar el peso, por ejemplo botellas de agua en un lateral y en el otro equipo destinado para los días de lluvia. No está demás avisar sobre la necesidad de ajustar las correas de compresión de la mochila. De esta manera conseguiremos acercar la carga a nuestra espalda y evitar el balanceo de la mochila. Sólo así lograremos mantener el equilibrio sin temor a caernos. 

Estos son principios de distribución básicos, aptos para cualquier tipo de mochila pero especialmente destinados a aquellos que cumplen con todas las características del equipo necesario para el Camino de Santiago. 

Mochila | Envato

Mochila | Envato

Decide entre lo imprescindible y lo que puedes dejar en casa

Muchos de vosotros nos habéis escrito durante estos últimos años con bastantes dudas acerca del equipaje que se debe llevar al Camino, dudas que sobre todo surgen cuando nos decidimos a hacerlo por primera vez. Por eso queremos daros algunos consejos a la hora de elegir qué llevamos dentro de nuestra mochila, qué es imprescindible y qué podemos dejar en casa tranquilamente, porque o bien no lo vamos a necesitar o bien es mejor hacernos con ello directamente en nuestro viaje. Empaquetar nuestra mochila conlleva hacerse preguntas como ¿qué es lo verdaderamente imprescindible?

La elección de nuestra mochila es una de decisiones más importantes que tenemos que hacer antes de lanzarnos al Camino y no nos referimos a que ésta sea muy buena, resistente, cómoda o bonita, si no a algo mucho más importante, que cubra lo mejor posible nuestras necesidades. Estas necesidades están relacionadas con el volumen del equipaje que vamos a llevar dentro de ella, por lo que antes de ir a la tienda a buscar nuestra mochila, es importante tener totalmente cerrado el capítulo de qué vamos a llevar en ella.

Apuesta por la simplicidad, lo ligero y lo más pequeño

Entonces, ¿cómo decidir lo que nos llevamos y lo que dejamos atrás? Es importante aplicar varios principios como escoger la ropa más ligera que nos sea posible, sin perder la funcionalidad (aunque no sea la más bonita, lo que cuenta son los materiales ligeros); elegir los objetos más pequeños (imprescindible un cepillo de viaje o prescindir de cuadernos de viaje, conformándonos con las notas del móvil) y apostar por la simplicidad, dando prioridad total a sólo lo que vamos a necesitar en el viaje.

También conviene ser creativos y encontrar múltiples usos a cada objeto que llevemos con nosotros, y en cuanto a eso, un smartphone nos será de gran ayuda ya que podremos apuntar direcciones, iluminarnos con su linterna, tomar fotografías a un nivel básico o consultar el tiempo que va a hacer la siguiente jornada. Por último, no hay que olvidar que el Camino de Santiago, en especial el Francés, cada vez da un mejor servicio al el peregrino, por lo que en las localidades por las que paremos podremos conseguir casi cualquier cosa que necesitemos (eso sí, recuerda que esto es el Camino de Santiago).

Camino de Santiago | Pilgrim Jun

Camino de Santiago | Pilgrim Jun

Sigue la regla del 10% para averiguar el peso máximo

Siguiendo estos principios en la elección de nuestro material podremos aplicar la regla del 10% que mencionábamos en el título; es decir, conseguir que nuestra mochila no pese más allá del 10-12% del peso de nuestro cuerpo, para que nuestra marcha por el Camino no se convierta en un verdadero dolor de espalda. Más allá del peso de nuestra mochila sólo habría que contar con el peso extra del agua y la comida de cada día, imprescindibles antes de comenzar a caminar cada jornada; la buena noticia es que lo iremos consumiendo poco a poco, de tal forma que cuando más cansados estaremos -al final de la etapa- es cuando más ligeros iremos. 

Si nos excedemos con el peso que llevamos en la mochila sobrecargaremos la espalda y en consecuencia se nos cargarán más las piernas al caminar (acuérdate de que las etapas se encuentran en una media de entre 20 y 30 km, con cuestas en muchas ocasiones) y los pies sufrirán más. Es habitual ver en el Camino peregrinos noveles con demasiado peso en la mochila, lo que a la larga les acaba pasando factura, viajando menos ligeros y en definitiva, disfrutando menos de esta experiencia; ¡sé prevenido y que no te pase como a ellos!

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