
@ Pradero
Preparando el equipaje para el Camino de Santiago
En Vive el Camino sabemos que tanto el peso como la elección del contenido de tu mochila es esencial antes siquiera de preguntarnos cómo hacer el Camino de Santiago, por eso enumeramos todo lo que necesitas en esta guía del camino. Lo primero que hay que tener claro a la hora de preparar qué llevamos en la mochila para el Camino de Santiago es la época del año en la que se va a caminar. De este modo, el contenido de una mochila para una peregrinación invernal dista mucho de la de un peregrino en verano o si decides hacer el Camino de Santiago en otoño.
Los expertos en el Camino de Santiago comentan que son capaces de adivinar con cierta precisión desde donde partió cada romero en función del equipaje que carga a sus espaldas. Así, los que van más cargados suelen partir desde los puntos más próximos a Santiago y los que arrancan desde el Pirineo, conscientes de que tendrán que cargar con el peso durante más de 700 kilómetros, llevan lo justo y necesario.
En principio, esta última corriente, la de llevar lo justo y necesario en tu mochila para el Camino de Santiago, es la idea que defienden a rajatabla los que amontonan en su casa compostelas. Sin embargo también debes tener en cuenta otros consejos para hacer el Camino de Santiago, imprescindibles si lo recorres por primera vez.
El equipaje con el que hay que contar
- Calzado: Es el punto más delicado. Es imprescindible llevar un calzado apropiado. En las tiendas de deportes se puede encontrar el de trekking, el más adecuado para las caminatas. Debe usarse durante un par de meses antes de iniciar el viaje. Aquellos que estrenen calzado o que realicen el Camino con calzado inapropiado pueden acabar abandonando por culpa de las molestias.
- Pantalones de media montaña: Es importante que estén usados. Prácticos y cómodos. Se usarán para caminar todos los días. Puede ser una buena idea llevar un impermeable para los pantalones por si algún día la lluvia hace acto de presencia.
- Pantalón corto: En verano se puede emplear para dormir, para caminar durante algún tramo los días de más calor e, incluso, para pegarse un chapuzón en cualquiera de las piscinas o ríos que abundan a lo largo del Camino de Santiago.
- Sudadera o jersey: Cómodo, que pese poco. Prestará buen servicio los días más fríos pero no hay que olvidar que habrá que cargar con ella en los días de más calor.
- Dos camisetas: La que se lleva puesta más otra de repuesto.
- Tres o cuatro pinzas para secar la ropa: Pueden llegar a ser muy útiles.
- Tres pares de calcetines sin costuras.
- Tres juegos de ropa interior.
- Chanclas: Imprescindibles para emplear en las duchas de los albergues y para descansar los pies de las largas caminatas.
- Cepillo y pasta de dientes.
- Desodorante.
- Saco de dormir: Si el Camino se realiza en invierno, conviene acudir a la cita con un buen saco de dormir especialista en soportar bajas temperaturas. Si el Camino se realiza en verano debería resultar suficiente cargar con un saco ligero.
- Esterilla: Puede que en alguna etapa toque dormir al aire libre.
- Toalla especial: En las tiendas especializadas en deportes venden toallas de secado rápido. Además de no ser un producto muy caro, estas toallas apenas pesan, lo que se agradecerá a la hora de continuar la marcha.
- Vaselina: Aplicar una pequeña cantidad de vaselina en los pies antes de cada jornada ayudará a evitar la aparición de las siempre incómodas ampollas.
- Detergente para lavar la ropa.
- Funda de almohada: Imprescindible.
- Protección solar: Imprescindible.
- Documentación: DNI, tarjeta sanitaria (en el caso de los peregrinos extranjeros, la tarjeta sanitaria europea) y bancaria. También es conveniente andar siempre con algo de dinero en efectivo encima.
- Chubasquero: Imprescindible para que no sorprenda un chaparrón de imprevisto.
- Teléfono móvil y cargador: Llevar un teléfono móvil puede ser una ventaja o un lastre. Hay caminantes que se dedican a mirar para la pantalla de su teléfono en lugar de a los paisajes que los rodean . Sin embargo, caminar con un teléfono móvil puede ser de gran ayuda en el caso de que alguien se vea inmerso en una emergencia.
- Credencial: El documento que acredita a la persona como peregrina. Imprescindible para dormir en la gran mayoría de los albergues. En algunos locales es necesario mostrarla para beneficiarse de los descuentos para peregrinos.
- Navaja.
- Mochila: Imprescindible para cargar con el equipaje. Es muy importante que sea cómoda. Conviene pesarla antes de la partida. El resultado no debe superar el 10 % del peso del peregrino. Algunos modelos cuentan con bolsillos especiales para repartir la carga.
Equipaje opcional, pero recomendable
- Bastón, bastones o bordón: Cada vez son más los peregrinos que caminan con este tipo de ayuda. En los últimos años los bastones especiales para caminar están restando protagonismo al tradicional bordón.
- Sombrero: Puede ser de una gran ayuda en los meses de verano.
- Tapones para los oídos: Nunca se sabe el vecino que le puede tocar a uno en un albergue. El descanso es muy importante.
- Bañador: Muy recomendable los meses de verano.
- Pequeña linterna: La más recomendable es la de estilo minero, que alumbra desde la frente gracias a una cinta elástica que se coloca alrededor de la cabeza. De este modo, el peregrino podrá disponer de las dos manos mientras la utilice. Algún día puede salvar al peregrino de un apuro. Conviene emplearla en el exterior cuando se emprenda la marcha a horas muy tempranas.
- Brazalete reflectante: Especialmente indicado para las personas que bien por madrugar o bien por caminar hasta tarde, tengan la costumbre de hacerlo con poca luz.
- Cámara de fotos: No son pocos los peregrinos que emprenden la aventura con una cámara fotográfica para inmortalizar la cantidad de momentos mágicos. Sin embargo, muchos de los teléfono móviles ya vienen con una cámara fotográfica integrada, por lo que se cargará con menos peso y solo habrá que recargar la batería de un aparatos, siempre tarea ardua en los puntos de destino. En invierno el equipaje no debería ser muy distinto, con las salvedades de que el saco de dormir tiene que aislar mejor de las bajas temperaturas, el jersey puede ser algo más grueso y el calzado algo más contundente para que un tramo de barro no fastidie la marcha. Para las épocas del año más frías conviene caminar con guante, gorro, bufanda o braga para el cuello y una buena cazadora, a ser posible, ligera, pero que proteja bien a los peregrinos del frío.
Botiquin para el Camino de Santiago
Se recomienda encarecidamente llevar a mano un pequeño botiquín compuesto de tiritas, antiséptico dermatológico (Betadine, Mercromina), gasas, hilo, aguja, mechero, esparadrapo y algo de antiinflamatorio. Sin embargo, si en algún momento hace falta alguno de estos productos, se pueden adquirir en una de las múltiples farmacias con las que nos encontraremos a lo largo del Camino de Santiago.
No hay que perder de vista que si tenemos una urgencia es más sencillo encontrar farmacias en localidades de tamaño medio, por lo que no conviene dejar todo a la suerte; siempre es mejor prepararse para los contratiempos que podamos encontrarnos en el Camino, como rozaduras o ampollas, algo muy frecuente.
Para viajar en bicicleta
Los ciclistas requieren de un material específico para llegar a Santiago con garantías.
- Casco: La seguridad es lo primero. El casco es obligatorio. En los comercios especializados existen modelos muy cómodos, poco calurosos y a buen precio. No hay excusas.
- Alforjas: Para el que no quiera comprarlas, existen empresas que ofrecen la posibilidad de alquilarlas.
- Gafas de sol deportivas: Protegen del sol, de la lluvia y del viento. Imprescindibles en los descensos.
- Culotte: Una pequeña inversión en un culotte puede ahorrar dolencias al peregrino. Los hay de tres durezas. Los de última generación tienen la protección de gel y son los más adecuados si se va a estar mucho tiempo encima de la bicicleta, aunque también son los más caros.
- Maillot: Emplear un maillot adecuado en función de la época del año. Para los meses de más frío, una buena solución puede ser llevar una camiseta térmica por debajo. Los bolsillos a la espalda son bastante cómodos.
- Chubasquero: Básico para no empaparse los días de lluvia. Una bolsa de plástico impermeable podría ser suficiente para proteger las alforjas del agua.
- Botellín de agua: Imprescindible. Se puede ir rellenando en las fuentes que se encuentra el peregrino a lo largo del Camino de Santiago.
- Bombín: Es más que conveniente ajustar la presión de los neumáticos al final de cada etapa.
- Parches: En una travesía larga es más que probable que se sufra algún pinchazo.
- Luz: A pesar de que la mayoría de los kilómetros se cubren durante horas de sol, llevar una pequeña luz en la bicicleta (para ser visto, no para ver) puede que evite algún disgusto.
- Pequeño juego de herramientas: Cada uno debe conocer su bicicleta. En la mayoría de los modelos basta con llevar un par de llaves para solucionar los problemas más habituales. Conviene no olvidar lo importante que es cargar con el menor peso posible.
Complementos para ciclistas
Los ciclistas más experimentados recomiendan llevar unos escarpines de neopreno de cinco o seis tallas más grandes que el calzado para cubrir las zapatillas y asegurarse llegar con los pies secos a meta.
Existen una gran cantidad de gadgets para la bicicleta que marcan desde la altimetría y la velocidad hasta las pulsaciones. También existe la posibilidad de descargar las aplicaciones oportunas en los smartphones, en función de las necesidades de cada uno.