Faro de Cabo Mayor

Faro de Cabo Mayor - Olga Kuznetsova en Pixabay

La senda de Mataleñas es un bonito camino que ocupa en paralelo al litoral cantábrico y que nos lleva desde la playa del Sardinero hasta el Faro de Cabo Mayor llenando todos nuestros sentidos de tonalidades azules, verdes y marrones. Esta torre situada al norte de Santander es, además, uno de los atractivos turísticos más visitados en la capital cantábrica, ya que forma parte de algunos acontecimientos históricos de gran importancia a nivel nacional.

El Faro de Cabo Mayor, también conocido como faro de Bellavista, se construyó por Real Orden en 1833. El monumento costero que conocemos en la actualidad se inauguró seis años más tarde, perdurando durante casi dos siglos intacto. En el mismo lugar, existía un punto dominante y privilegiado de observación desde el que se enviaban señales a los barcos durante el día con banderas, y de noche con fuego.

El Faro de Cabo Mayor alberga un museo con exposiciones inspiradas en el mar

El faro de Bellavista en Santander ha desempeñado el papel de señalizar el camino a todo aquel que navega por el mar desde 1839. Al no contar ya con fareros encargados de cuidar y vigilar la torre, gran parte del edificio se ha transformando en el Centro de Arte Faro Cabo Mayor, un museo que alberga la colección de Sanz-Villar y exposiciones temporales inspiradas en una gran variedad de obras inspiradas en el mar.

En 1941 se levantó una cruz de granito para conmemorar numerosos asesinatos durante la Guerra Civil española, ya que tanto una comunidad de monjes trapenses de la Abadía de Santa María de Viaceli como otras personas fueron arrojadas en los acantilados de la zona. Este monumento fue modificado recientemente de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica, y se eliminaron los lemas y los escudos que habían en él.