Ermita de la Virgen de la Silla

El Camino del Ebro cruza toda la península, de este a oeste. Sale desde Sant Jaume y cruza toda la comunidad de Aragón, hasta enlazar con el Camino Francés. También atraviesa la provincia de Teruel, que a pesar del humor que se haga a su costa tiene muchos enclaves de interés. Uno de ellos se encuentra en un pueblo de Jiloca llamado Fonfría. Se trata de la Ermita de la Virgen de la Silla, y aunque su origen es desconocido, es testimonio de muchos siglos de historia.

La historia de esta ermita

El Santuario de la Virgen de la Silla data en torno al siglo XVIII, aunque sus cimientos se encuentran sobre los restos de un torreón de vigía establecido por Ramón Berenguer IV en el siglo XII. Anteriormente se conocía esa zona como Losilla. Con el paso del tiempo, aparecieron referencias escritas a Nuestra Señora de Lasilla, por errores gráficos o por cambios en la pronunciación. 

Se trata de una ermita edificada con planta de cruz latina de una nave, con un ábside octogonal y una cúpula que corona el crucero. Además, incorpora la sacristía, salones para cofrades, cocina, cuadras y casa del ermitaño. Fue reconstruida parcialmente numerosas veces a lo largo de su historia: se hicieron tres reparaciones en el siglo XIX, y en 1936 fue expoliada y parcialmente quemada. 

También sufrió robos durante el siglo XX: desaparecieron las dos campanas, una imagen de la Virgen de época barroca (que fue recuperada) y una imagen de la Virgen que según la leyenda fue donada por Jaime I de Aragón. A partir de 1989 se inicia una restauración más cohesionada hasta llegar a la ermita que conocemos hoy. 

Esta ermita está rodeada de una amplia campa de romería, por lo que es donde tienen lugar muchos de los eventos de la localidad. Las comarcas de la zona hacen romería el último domingo de mayo, y se reúnen también por la Inmaculada, en diciembre, para colocar un belén.