Torres del Río

Torres del Río ©Panoramio Salvador Rafael Busó i Pablo

La iglesia del Santo Sepulcro, el templo románico de Torres del Río

Esta localidad de irregular trazado, con calles estrechas y empinadas, sorprenderá al caminante antes de su llegada a Viana. Casi por sorpresa, en la parte baja del núcleo, se encontrará con su llamativa iglesia del Santo Sepulcro, uno de los templos más singulares del románico.

Su singularidad reside en su planta octogonal, que la asemeja a la de Eunate (próxima a Puente la Reina, aunque no en la sirga peregrina). Sobre su origen corren distintas versiones aunque la que se impone es la de que ha sido construida en torno a 1170 por la Orden del Santo Sepulcro como réplica de la basílica de Jerusalén, pero sustituyendo la forma circular de aquella por una poligonal. Según otros historiadores, pudo haber sido obra de los caballeros del Temple.

En la ladera de una colina se halla este pequeño núcleo con encanto, hito en el Camino de Santiago que alberga uno de los monumentos más característicos del románico navarro, la iglesia octogonal del Santo Sepulcro. Se trata de un edificio enigmático que no dejará indiferentes a los romeros y que ya en la Edad Media les sirvió como faro. Ligada desde sus comienzos al Camino Francés, se cree que la luz prendida en la linterna de ocho lados que corona el templo sirvió como faro a los peregrinos. El terreno colindante fue, además, un cementerio para los caminantes que fallecieron en el lugar. La planta central está cubierta por una cúpula califal estrellada de bella factura románico-mudéjar. 

El templo también ofrece una rica decoración en los capiteles de influencia morisca, en donde se reproducen monstruos y centauros. Además, y como otra obra destacable, se halla el Cristo bizantino de cuatro clavos y corona regia que preside el impresionante recinto y que también es conocido como el Santo Cristo de los Caballeros del Sepulcro. Antes de abandonar Torres del Río el peregrino también pasará por delante de diversos caserones barrocos adornados con escudos y el templo parroquial de San Andrés, obra gótico-renacentista de los siglos XVI y XVII.