Betanzos

Betanzos ©Panoramio Mª Belén Vara Couce

Siguiendo el itinerario de la ruta jacobea, se cruza el río Mandeo por la Ponte Vella y se accede a la villa por una de las tres puertas medievales que se conservan en pie. Es la puerta da Ponte Vella, de arco ojival, y donde antiguamente se efectuaba el control de pesos de las mercancías cuyo destino era la venta en el mercado.

Inmerso el visitante en los vestigios de una fortaleza del medievo, tiene ante sí un conjunto histórico compuesto por casas nobles, templos y arquitectura civil, compendio de la herencia gótica y el modernismo que persisten en el Betanzos actual. El centro se articula en la plaza Hermanos García Naveira  -popularmente conocida como O Campo por celebrarse allí la feria- y contigua a la plaza de Galicia. Rodean el espacio los edificios asoportalados, el convento de Santo Domingo, el edificio del Arquivo do Reino de Galicia y la biblioteca municipal, antiguo Colegio de Huérfanas.

El convento de Santo Domingo comenzó a levantarse a mediados del XVI sobre una antigua capilla. Llegó a albergar a 16 frailes, si bien los dominicos fueron expulsados de la villa tras las leyes desamortizadoras. En el edificio destaca la torre del reloj, construida en el siglo XVIII, y desde donde se eleva, cada 16 de agosto, el tradicional globo de San Roque. La iglesia contiene la imagen del patrón local, San Roque, y el convento es la sede actual del Museo das Mariñas, lugar de recomendada visita por ser escaparate histórico y etnográfico de la comarca.

El edificio del Arquivo do Reino de Galicia, de estilo neoclásico, nunca llegó a ser utilizado para tal fin. Su fachada está dividida en siete segmentos, en alusión a las siete antiguas provincias gallegas. Cuartel, escuela o teatro a lo largo de su historia, actualmente es sede del ayuntamiento, del aula de cultura y sala de exposiciones.

Dominan la vista, en el centro de la plaza, los hermanos García Naveira, Juan y Jesús, comerciantes y benefactores de la ciudad. Próximos a su estatua destacan otros dos elementos singulares: el palco de la música, de comienzos del XX, y la Fonte de Diana Cazadora, una reproducción de la Diana del Louvre, inaugurada en 1867. Todo un hito para la época, fue forjada en los talleres de la fundición de Ducel e hijos, en París, según las directrices del ingeniero Pedro Villar.

No pasan desapercibidas las casas de Fonte de Unta, un conjunto de edificios tradicionales provistos de soportales y galerías, que flanquean el margen de la plaza. Los pazos y las casas señoriales, evocadores de épocas de esplendor, están distribuidos por diversas calles. Así, la propia casa consistorial, en la plaza de la Constitución, es un buen ejemplo de arquitectura neoclásica, alarde de cantería y sobriedad. O la modernista casa Núñez, antigua corresponsalía del Banco de España construida en 1923 en la calle Castro.

Betanzos ©Panoramio Ramón Sobrino Torrens

Igualmente majestuosos lucen los pazos de Lanzós y Bendaña. El primero, ubicado en la calle que le da nombre, data del siglo XVII, aunque reparaciones posteriores, poco afortunadas, sustituyeron las almenas de la torre por un tejado y se revistió con cemento buena parte de la mampostería. El pazo de Bendaña está situado en la plaza de la Constitución y fue construido en el siglo XV.

Dignas de visita son también las casas góticas de la rúa da Cerca. Concretamente la ubicada en el número 5 está documentada como la vivienda en pie más antigua de la villa, del siglo XV. Parte importante del patrimonio betanceiro son los templos, fortalecedores de los vínculos con las peregrinaciones jacobeas. De hecho, los estudios recogen hasta cinco hospitales de peregrinos en la villa, prueba del flujo de romeros y de la influencia del enclave en épocas pasadas.

Especialmente singular es el área monumental ubicada en la plaza Fernán Pérez de Andrade, formada por la iglesia de Santa María do Azougue, del siglo XIV y declarada Bien de Interés Cultural, y la iglesia de San Francisco, del siglo XIV. Esta alberga en su interior un interesante elemento histórico artístico formado por los sepulcros de caballeros de los siglos XIV al XVI, sobre los que destaca el sarcófago de Fernán Peres de Andrade O Boo, sostenido por un oso y un jabalí, los símbolos totémicos de la Casa de Andrade. Data, según la inscripción en gallego, de 1387.

No puede faltar en la visita la iglesia de Santiago, en la calle Lanzós, construida en el siglo XV bajo el patrocinio de Fernán Peres de Andrade O Mozo, sobre otra más antigua románica. En el siglo XVI se erigió la torre municipal del reloj adosada al templo.

Las fiestas en honor a San Roque son las de mayor trascendencia en Betanzos. Celebradas del 14 al 25 de agosto, están declaradas de interés cultural por el contenido tradicional y religioso de los festejos, que año tras año registran una afluencia masiva de visitantes, especialmente los días del lanzamiento del globo y el de la gira de Os Caneiros.

El globo es una tradición bien arraigada desde 1875. Tiene lugar la medianoche del 16 de agosto, patrón local, y consiste en el lanzamiento de un globo de papel elaborado artesanalmente por la familia Pita. Así ha sido desde la primera elevación, igual que el método de inflado, con la quema de pachuzos de paja. Una muchedumbre se agolpa alrededor del artilugio que, una vez inflado, se hace girar para que el público pueda ver los dibujos humorísticos estampados en la bolsa. En su construcción se emplean 120 kilos de papel que le dan una altura de 25 metros y 50 de diámetro.

Betanzos ©Panoramio A.T.S.

La otra cita señalada en el calendario festivo es la jira de Os Caneiros. Se celebran el 18 y el 25 de agosto. La romería popular discurre en botes y lanchas engalanadas hasta el exceso, abarrotadas de romeros que remontan el río Mandeo para llegar al campo de la fiesta, donde permanecen todo el día. Al regreso, aprovechan el descenso para cenar en las embarcaciones y observar desde ellas el espectáculo pirotécnico.

En Betanzos también tienen lugar fiestas monográficas del vino y la tortilla. Tierra de tradición cosechera de vinos y encuentros familiares para degustar la producción, la villa rememora esas costumbres en la Fiesta del Vino de Betanzos, una cita que se repite cada segundo fin de semana de mayo. Y desde el 2007 tiene lugar el evento de exaltación gastronómica de la Fiesta de la Tortilla, en el que se elige la mejor tortilla de todos los locales de la ciudad. Se celebra en octubre.

El segundo fin de semana de julio la villa retrocede en el tiempo y se viste de medievo en la Feira Franca Medieval, un evento que devuelve el casco antiguo betanceiro a sus orígenes, repleto de puestos artesanales, espectáculos callejeros y actividades de la época.

Por otra parte, todos los martes, jueves y sábados del año se celebra en la plaza de O Campo un mercado de productos típicos, así como los días 1 y 16 de cada mes.