Betanzos

Restaurante O Pasatempo ©Street View

El centro urbano está bien dotado de bares y cafeterías donde desayunar desde primera hora. Los locales se concentran en los bajos asoportalados que rodean la plaza de O Campo, núcleo de la villa. Para comer, Betanzos merece un punto y aparte por sus recetas singulares y productos típicos que se pueden degustar, según la época del año, en mesones, restaurantes y tascas. Abandera su gastronomía la tortilla de Betanzos, popular donde las haya. De abundante huevo, perfectamente líquido, pero consistente; patatas mimadas desde la fritura y sin cebolla. 

Y cuando llega el frío, el rey de los fogones es el repollo de Betanzos, de sabor dulce y muy apreciado para la elaboración del caldo gallego, tanto que hasta tiene su propio espacio en el cancionero popular: “Arroz con chícharos, patacas novas, repolo de Betanzos e máis cebolas...”, mojado, cómo no, con un vino de la tierra. La denominación de origen Viños da Terra de Betanzos cuenta con variedad tinta y blanca. Son caldos ligeros, frutales y de poca graduación. La tradición manda servirlos en os loureiros, bajos y bodegas de particulares señalizados con ramos de laurel en la puerta a partir de la primavera.

El pulpo á feira o los callos son otros manjares a paladear en el municipio, especialmente los días de feria 1 y 16 de cada mes. Y que mejor entrante que alguna de sus variedades de empanada; las hay de bonito, bacalao, carne, pulpo o zamburiñas. A la hora de la cena, no cambia el emplazamiento; la mejor opción es dejarse caer por alguno de los mesones del centro para tomar unos vinos, ir de tapas y, si se tercia, hacer caso omiso al reloj para que cojan el testigo los locales nocturnos. Buena parte de los pubs y bares de copas se concentran en la calle Rosalía de Castro.