Portomarín

Portomarín ©Panoramio CaminoUli2008

Portomarín, dos historias de una misma villa; una de ellas, sumergida bajo las aguas

Existen dos Portomarín. Uno milenario, sumergido bajo las aguas del Miño, que sale a relucir cuando el embalse de Belesar se lo permite, el otro, con apenas medio siglo de vida, una villa viva, regada por el río más famoso de Galicia. En 1962 se construyó un pantano que absorbería el enclave y los vecinos se llevaron los edificios más emblemáticos, piedra a piedra, al cercano Monte do Cristo para que el agua dulce no se tragara toda su historia.

En la Edad Media la villa contó con tres órdenes de caballeros: Santiago, Templo y San Juan de Jerusalén. Estos últimos residían en la actual iglesia de San Nicolás, una de las estampas más famosas de Portomarín. Los documentos históricos recogen la destrucción del puente por Urraca, reina de Castilla, para evitar el avance de las tropas enemigas, aunque ocho años más tarde encargaría su reconstrucción a Pedro Peregrino, que también levantó un hospital dedicado al cuidado de romeros.

¿Qué ver en Portomarín?

• Iglesia de San Nicolás
• El Puente romano de Portomarín
• Casa del Conde de la Maza

La iglesia de San Nicolás es un templo románico que data del siglo XIII y es el monumento más famoso de Portomarín y uno de los más famosos del Camino. Anteriormente era conocida como la iglesia de San Juan, por ser la residencia de los monjes de la Encomienda de San Juan de Jerusalén. Esta era una orden de monjes guerreros, de ahí que el edificio sea similar a una fortaleza. La fachada principal, en la que destaca su rosetón de gran tamaño, se conservan las almenas.

La historia de Portomarín, tanto del viejo como del actual, siempre ha estado ligada a su puente, lugar de paso obligado para los peregrinos. El primer puente fue levantado en el siglo II por los romanos, pero siglos después fue destruido. La construcción actual data del año 1126 y fue construida por Pedro Peregrino, un famoso arquitecto que se cree que era el padre del Maestro Mateo.

En el epicentro de la villa, se encuentra la Casa del Conde de la Maza, que desde hace años funciona como sede del Ayuntamiento. Otros de los edificios salvados de ser devorados por las aguas son la Iglesia de San Pedro o el Pazo de Berbetouros. A tan solo dos kilómetros de distancia, se encuentra el culpable de la desaparición del antiguo pueblo, el embalse de Belesar, que continúa siendo el segundo hidroeléctrico más grande de Europa.

¿Dónde dormir en Portomarín?

Portomarín se encuentra en uno de los tramos más concurridos de todas las rutas del Camino de Santiago, los 100 últimos kilómetros del Camino Francés, que van de Sarria a Santiago de Compostela. Por tanto, hay gran cantidad de servicios disponibles.

Por otro lado, dada la afluencia de peregrinos, especialmente en verano, podemos encontrar problemas para encontrar camas libres en los albergues públicos. Para contrarrestar esta situación, el ayuntamiento suele acondicionar espacios públicos para alojar a los peregrinos, como el pabellón municipal.

Fiestas de Portomarín: Fiestas y tradiciones

El domingo de Pascua se celebra la Festa do Augardente. Las alquitaras (alambiques) se ponen en marcha para elaborar de forma tradicional el mejor aguardiente del mundo, o al menos es lo que aseguran los locales. Se llevan a cabo degustaciones de este licor acompañadas de verbenas y todo tipo de actuaciones.

Las fiestas patronales se celebran el primer fin de semana de septiembre, desde el sábado hasta el lunes. Todos los domingos de verano se celebran los domingos folclóricos, en los que los grupos culturales gallegos descubren a los peregrinos las tradiciones locales y en los que no resulta extraño que grupos de romeros correspondan con una actuación improvisada. Un intercambio cultural sin límites.