Vilalba

Torre de Andrade, Vilalba ©Panoramio / Nemio

El linaje de los Andrade permanece presente en Vilalba. Los señores feudales vertebraron sus territorios, desde la costa atlántica al interior, con castillos y fortalezas que fueron, a la postre, objeto de las iras irmandiñas, las revueltas populares acontecidas en los siglos XIV y XV. De esa época data la que es, sin duda, la construcción más emblemática de la ciudad: la Torre de los Andrade.

Aunque sus orígenes se sitúan en siglos anteriores, es en el XV cuando se acomete la reedificación que le confiere la disposición octogonal, forma que la aleja de los modelos existentes en el resto de Galicia y el norte peninsular. Alcanza los 40 metros de altura y está dividida en cuatro plantas.

En la última, un jabalí de piedra –símbolo totémico de los Andrade- recuerda el pasado feudal de la edificación, que actualmente acoge el Parador de Turismo de Vilalba; reconversión impulsada por Manuel Fraga, oriundo de la villa, en su etapa como ministro de Información y Turismo en la dictadura de Franco.

El templo de referencia es la iglesia de Santa María, sita en la plaza del mismo nombre. El edificio actual corresponde al siglo XIX, pero construido sobre uno anterior de origen románico.

La visita a Vilalba ha de completarse con un paseo por el pequeño casco histórico, acotado por la Porta da Cima (antigua ubicación de una de las puertas del recinto amurallado) y  la rúa do Sol, vial en el que se conservan las casas más viejas de la ciudad.

Vilalba ©Panoramio / miguel.ACG

Ya en las afueras, los alrededores del río Magdalena invitan a recorrer las rutas fluviales entre presas y molinos. Esparcimiento especialmente agradecido en las tardes estivales.

Fiestas, ferias y productos típicos

El Concello de Vilalba celebra a lo largo del año diversas fiestas en honor a los respectivos santos de sus parroquias. Pero las más destacadas son las patronales de San Ramón (31 de agosto) y Santa María (1 de septiembre). Las celebraciones encadenan más de una semana de festejos y reúnen a miles de personas en la villa y sus alrededores.

En cuanto a las ferias, el primer domingo de mes tiene lugar una muy concurrida en la que se venden productos de consumo como huevos, verduras o quesos, pero también artesanía, ropa, calzado... A la cita también acuden las tradicionales pulpeiras. Además de la feria dominical, el tercer martes de cada mes se celebra un feirón, con productos y puestos similares.

Pero la más popular es la feria del 21 de diciembre. Todo un acontecimiento. La conocida como Feira do Capón es destino de visitantes de todo el país en busca de, cuando menos, una pareja de gallos cebados. Y es que el capón de Vilalba es un manjar muy preciado, de hecho el coste del lote puede superar los 200 euros.

De no menos reputación goza el queso de San Simón da Costa (Denominación de Origen), al que también se le dedica una fiesta de exaltación, en este caso, el primer domingo de abril. Tiene forma de tetilla, color dorado y un inconfundible aroma obtenido durante el proceso de ahumado con madera de abedul. La elaboración de este queso se remonta, según la leyenda, a los pobladores castreños asentados entre los montes de A Carba y O Xistral. En la actualidad se produce una media anual de 400.000 kilos.