Cea

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El pan de Cea, además de ser la base de la industria local y de haber servido de pasaporte para abrir las puertas del mercado exterior, también supone un importante atractivo turístico. Por ello en los últimas décadas se ha acometido un plan para rehabilitar los tradicionales hornos de pan de la villa y facilitar su visita. Se ha creado, incluso, una ruta específica con ellos. Los peregrinos que recorran el casco histórico podrán ir conociendo, a partir de paneles informativos, la historia que esconde cada uno de estos recintos. 

A Cebola, Do Abade, Da Eira, Parapeta o Do Lodairo son tan solo algunos de ellos. ¿Cuál es el secreto del pan de Cea?.Este sabroso pan tostado, con 800 años de historia, se elabora en la actualidad en 17 hornos artesanales situados en el término municipal. Todo el proceso de obtención de este producto se traduce en un largo ritual, que se sigue desde hace siglos de forma meticulosa. El pan se elabora con harina de trigo, agua, sal y masa madre de elaboración anterior.

El amasado consta de siete etapas mediante un proceso artesanal. La masa se cuece en hornos de granito con leña. Durante el característico amasado se coloca la harina de trigo en una artesa dándole forma semejante a la de un volcán y vertiendo agua, sal y la masa madre. Este proceso dura sesenta minutos. Posteriormente, la hornada se deja cocer dos horas. Cuando el pan sale del horno, en Cea se le deja reposar en unas estanterías para que madure. A esta fase se la denomina rever.

La pieza deberá enfriar sobre estantes de madera antes de ponerla a la venta. El pan de Cea se presenta de dos formas: pieza o poia, de 1 a 1,2 kilos; y Media pieza o molete, de 0,5 a 0,6 kilos. Más información: http://www.pandecea.org/ Junto a ello, y a pesar de que no hay ningún monumento histórico que logre arrebatarle al pan el primer puesto turístico, Cea también cuenta con numerosos atractivos históricos, monumentales y artísticos. Uno de ellos, situado en la Plaza Mayor -por la que transita la vía jacobea- es la esbelta Torre del Reloj, que data de 1926 y que dispone de una fuente en su pie.

Otro de los monumentos de interés es la iglesia parroquial, consagrada a la Virgen del Rosario y a San Cristobal, situada a un kilómetro de la villa. La actual, del siglo XVI, sustituyó a otra anterior mucho más antigua, mencionada ya en 1487. También fuera de la localidad se sitúa otro de los atractivos turísticos de la zona, la capilla neogótica de la Saleta, construida en 1908, y que acoge el tercer domingo de septiembre una importante romería religiosa y popular. 

Cea ©Panoramio / Julio Fernández Marta

A principios del siglo XX los habitantes de Cea parece ser que ya eran devotos de esta Virgen (actual patrona del municipio) al conocer, a partir de los peregrinos franceses que se dirigían a Santiago, noticias que hablaban de su aparición a unos niños en Francia, en el año 1846. Como otra curiosidad destacar que el templo se levantó mediante suscripción popular. Costó 17.321 de las antiguas pesetas (104 euros), de las que el pueblo reunió 9.124 (54,84 euros) y el resto, el párroco de su propio peculio.  

Monasterio de Oseira Aquellos peregrinos que vayan a seguir desde Cea hacia Piñor y, por tanto, no vayan a acercarse a pie hasta el monasterio de Oseira, tienen en este lugar una de las visitas imprescindibles para las tardes de asueto del Camino. Este cenobio, considerado como el "Escorial gallego" es el principal atractivo turístico del municipio.

Fundado en 1137 por la Orden de San Benito y sometido a la disciplina cisterciense en 1141, el complejo esconde tras sus muros auténticos tesoros como una iglesia de estilo románico ojival, la fachada del siglo XVII, adornada con escudos e imágenes, o la Escalera de Honra, de estilo herreriano.

Entre sus claustros sobresalen el de los Pináculos, de estilo renacentista o el de las procesiones o “dos Medallóns”, caracterizado por los cuarenta medallones situados en la parte alta. La relación del cenobio, que se incorpora a la Orden del Cister en 1545, con el Camino de Santiago se remonta a la Edad Media, un periodo donde era común en los monasterios el auxilio a los peregrinos. Además de sanar el alma, los monjes de Oseira ayudaban a curar los exigidos pies de los caminantes, con diversos ungüentos o emplastes elaborados en la botica monástica, otra de las dependencias más destacadas del recinto. 

La entrada al recinto es a través de una visita guiada. En los días laborables, los pases son a las 10.00, 11.00, 12.00, 15.30, 16.30, 17.30 y 18.30 horas (en otoño e invierno se cancela el último pase), y durante los domingos y festivos, a las 12.45, 15.30, 16.30, 17.30 y 18.30 horas.