Reportaje

El Camino de Santiago en bicicleta, ¿te lo habías planteado?

Recorrer el Camino de Santiago sobre dos ruedas es una alternativa muy interesante de la cual conviene informarse previamente sin lanzarse a pedalear a la ligera.

El Camino de Santiago en bicicleta, ¿te lo habías planteado?

El Camino de Santiago en bicicleta, ¿te lo habías planteado?

¿Te habías planteado hacer el Camino de Santiago en bicicleta?

Llegar pedaleando a la Plaza del Obradoiro tras haber completado todas las etapas sobre dos ruedas es algo cada vez más frecuente entre los peregrinos. Pero ojo, esto no significa que haya que hacer una preparación física de la misma manera que para hacer el Camino a pie. Hacerlo en bicicleta supone no solo prepararse físicamente sino también elegir el velocípedo adecuado a nuestra forma física y necesidades. Lo que hará decantarse por uno u otro “compañero de viaje” va a ser el número de etapas, el tipo de equipaje que vamos a querer llevar en las alforjas o transportines y el tipo de suspensión de la bicicleta en cuestión.

Hace unos años era necesario invertir mucho más tiempo en informarse, comparar y probar bicicletas, pero en la actualidad hay portales de cicloturismo que permiten ahorrar tiempo a la hora de asesorarse y decantarse por un modelo u otro. En webs como Bikester el peregrino podrá informarse de una manera muy bien estructurada para afinar en el resultado de su búsqueda antes de emprender el Camino de Santiago.

El tipo de bicicleta

La decisión más importante será esta, sin menospreciar a la preparación física y al resto de detalles que hay que cerrar antes de comenzar la primera etapa. Las bicicletas son suspensión delantera es la de uso más frecuente por su carácter completo y polivalente. Además, son las que, al tener más variedad, se adaptan a más tipos de alforjas y transportines.

Las bicicletas de montaña de doble suspensión tienen la ventaja de que son más cómodas, sobre todo cuando las etapas son más largas. La desventaja es que este tipo de velocípedo es mucho más caro y que es más complicado encontrar alforjas que se acoplen a la perfección a estos modelos más delicados y más sensibles al peso.

En cuanto a las bicicletas de carretera o de cicloturismo son la mejor elección si vamos a ir con muchos bultos, puesto que soporta carga tanto en la parte delantera como en la trasera.

Las conocidas como bicicletas fat de montaña no son tan habituales pero quienes las usan se muestran muy satisfechos con ellas. Al tener las ruedas tan gruesas hacen que apenas se aprecien las irregularidades en el terreno. Eso sí, se necesita tener mayor resistencia física para poder pedalear holgadamente este tipo de transporte.

Y para los más innovadores están las biciletas reclinadas, cuyo uso está más extendido en países nórdicos, Alemania o Suiza. Permiten apoyar toda la espalda y son cómodas, pero son mucho más complicadas de manejar, no permiten levantarse, son mucho más voluminosas y son, din duda, el modelo más caro.

Las alforjas o transportines

En cuanto al equipaje, hay alforjas y transportines de todo tipo de materiales y con distintas formas. Lo recomendable, evidentemente, es elegir primero la bicileta y a continuación el tipo de alforjas o transportines. Hay que fijarse en factores como la impermeabilidad, el sistema de colocación, la capacidad y la adaptabilidad. Muchos modelos se adaptan a todo tipo de alforjas, pero hay otros que son muy limitados en cuanto a opciones de carga de bultos, por lo que hay que tenerlo en cuenta desde un principio para no invertir innecesariamente en ello o de forma equivocada.

El Camino de Santiago en bicicleta, ¿te lo habías planteado?

El Camino de Santiago en bicicleta, ¿te lo habías planteado?

La preparación física

El cuerpo debe estar en sintonía con la hazaña a la que se va a enfrentar al hacer el Camino de Santiago en bicicleta. El Camino, aunque no es exactamente el mismo que el que se hace a pie, tiene tanto tramos llevaderos como complicados. Hay momentos en los que habrá que ir por carretera, otros por caminos de piedras y otros incluso en tramos de monte complicados, por lo que hay que prepararse para todo tipo de superficies y, al igual que el peregrino convencional, estar equipado para las inclemencias meteorológicas que puedan darse.

Para estar en forma antes de comenzar el Camino de Santiago hay que andar mucho en bicicleta pero también hacer pruebas teniendo en cuenta el peso del equipaje. Hacer una etapa diaria de entre 60k y 100 kilómetros es lo recomendable. Si se sobrelleva sin problemas tras varios dáis, podría decirse que la preparación es la adecuada.

Hay que mirarlo por el lado bueno. A lo largo de la ruta verás paisajes o te encontrarás situaciones que no hubieras podido apreciar a pie. Por ejemplo, pedalear junto a algún rebaño de ovejas u otro grupo de animales o recorrer paisajes por los disfrutarás la soledad del Camino mientras el viento golpea tu cara recordándote lo libre que eres y la parte especial que tiene cada etapa. Por señalar algo con connotaciones negativas está el hecho de que en los albergues tienen preferencia los peregrinos que llegan a pie ya que se supone que se encuentran más cansados que los que lo hacen en bicicleta aunque estos últimos hayas pedaleado el doble de kilómetros. ¡Tenlo en cuenta!

Ahora, solo falta empezar la primera etapa de esta nueva aventura en la que, como no podía ser de otra manera, te irá sobre ruedas.

Últimos contenidos
Consejos
Curiosidades
La Voz de Galicia La Voz de Asturias

Puntos de interés

Localidades | Albergues | Alojamientos | Restaurantes | Guarnicionerías | Médicos | Puntos de interés | Talleres de bicicletas

Contactar | Política de privacidad | Política de Cookies | Condiciones generales | Aviso Legal | Autoría | Mapa Web | Consentimiento

© Copyright LA VOZ DE GALICIA S.A. Polígono de Sabón, Arteixo, A CORUÑA (ESPAÑA) Inscrita en el Registro Mercantil de A Coruña en el Tomo 2438 del Archivo, Sección General, a los folios 91 y siguientes, hoja C-2141. CIF: A-15000649

Desarrollado y administrado por Hyliacom