Iglesia de Santa María de Palacio

Iglesia de Santa María de Palacio | Wikimedia commons | Autor: Javi Guerra Hernando

Monumento religioso y que ostenta el título de Imperial en Logroño

La ciudad de Logroño se ha convertido, por muchas razones, en uno de los lugares que todos los peregrinos visitan ya no solo durante su paso, sino para curiosear las maravillas que oculta. Son muchos los destinos que podemos visitar y, entre ellos, se encuentra la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio, también conocida simplemente como Iglesia de Santa María de Palacio.

Entre muchas de las curiosidades que oculta este lugar, lo que más llama la atención es ese “imperial” que adorna su nombre. Esto se debe a que recibió una donación por el Rey Alfonso VII en el año 1130. ¿Con qué fin? Con la intención de que se erigiera la primera fundación de la orden del Santo Sepulcro en el Reino de Castilla. Por ello, esta iglesia cuenta con el mote de “imperial”.

Sin embargo, vamos a remontarnos a su historia, al momento en el que se construyó. Esta obra tuvo lugar entre el siglo XII y el XIII. Sin embargo, no fue hasta el siglo XV cuando tuvo lugar tanto la reconstrucción del crucero como de la cabecera. Actualmente, de esa estructura original solo se conserva el cimborrio piramidal de estilo gótico, contando con la forma de una gran corona imperial, muy acertado con su nombre.

Otro aspecto que llama la atención de la Iglesia es que cuenta con tres naves. Estas terminan en capillas absidiales, aunque la mirada de muchos va a parar a la cúpula octogonal, la cual se prolonga en el exterior, dando un aspecto único a esta torre piramidal gótica. Su fachada también destaca por contar su entrada al lado sur, la cual fue construida por Juan de la Riba en 1627. ¿Y su interior? Es pura magia si tenemos en cuenta el imponente retablo mayor, el cual fue realizado por Arnao de Bruselas.

Sin embargo, para muchos, lo más representativo es la aguja de la Iglesia, la cual fue construida en el siglo XIII. Por suerte, para todos los peregrinos que realicen el Camino Francés, se trata de una visita imposible de pasar por alto y en la cual merece la pena tomarse un momento para disfrutar.