San Miguel de Lillo (Oviedo)

San Miguel de Lillo - Flickr Michel Curi

El Camino de Santiago es una experiencia inolvidable en todos los sentidos, y existen muchas razones para ello. Además de contar con numerosos puntos de partida, la peregrinación ha trascendido las creencias universales y es, a día de hoy, una de las actividades favoritas debido a que ofrece la posibilidad de superarnos a nosotros mismos. A todo esto hay que sumarle, por supuesto, los múltiples paisajes y el gran número de puntos de interés, pudiendo destacar varios de los que se pueden encontrar en el histórico viaje.

San Miguel de Lillo se encuentra a 300 metros de la iglesia de Santa María del Naranco

A pesar de que son muchos los atractivos que se pueden ver provincia por provincia, si nos centramos en el Camino de Santiago desde Oviedo existen algunos imprescindibles. La iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo, ubicada en la falda del Monte Naranco en los alrededores de Oviedo, se encuentra a unos 300 metros de la iglesia de Santa María del Naranco y ambas gozan de la distinción de estar declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son dos de los monumentos más sugerentes para los peregrinos, ya que son de gran valor histórico.

Tanto la iglesia de Santa María del Naranco como San Miguel de Lillo fueron mandadas a construir por el rey Ramiro I a mediados del siglo IX y corresponde a dos de los mejores ejemplos que se conservan en Europa del arte altomedieval. Originalmente, el templo de Lillo tenía una planta basilical de tres naves, pero únicamente ha perdurado al paso del tiempo una tercera parte de su longitud. Destaca principalmente su decoración en relieve; en la puerta de entrada puede observarse un díptico bizantino que data del siglo IV.