Monasterio de Santa María de Ferreira

Monasterio de Santa María de Ferreira - Wikimedia Commons/José Antonio Gil Martínez

Mientras se hace el Camino de Invierno, no sólo podemos disfrutar de los paisajes más espectaculares de la Ribeira Sacra y probar sus famosos vinos, si no que también podemos encontrar muchas joyas arquitectónicas como el Monasterio de Santa María de Ferreira, o como se le conoce popularmente en la zona: el monasterio de las Madres Bernardas. Se encuentra en el concello de Pantón (Lugo), a tan sólo 15 km de la ciudad de Monforte de Lemos. 

Este monasterio tiene su origen en un cenobio benedictino (un lugar alejado de la sociedad donde se retiran los religiosos), cuyas primeras referencias documentadas datan del año 924. La comunidad creció con el paso de los años, pero acabó cayendo en el olvido hasta que en 1175, la condesa Fronilde Fernández le concedió permiso a la orden cisterciense para instalarse allí.

El monasterio es considerado Bien de Interés Cultural

Fue construido y reformado en varias etapas a lo largo de varios siglos, y por tanto empleando los diferentes estilos arquitectónicos que predominaban en cada momento, comenzando como una iglesia románica y pasando por etapas góticas y neoclásicas. El monasterio es un edificio de dos pisos rodeado por una muralla, y cuenta con un claustro de dos cuerpos, con arcos de medio punto, que alberga el sepulcro de Doña Fronilde y el del líder irmandiño Don Diego de Lemos.

El conjunto continúa en activo en la actualidad como un monasterio de clausura y es curiosamente el único de toda Galicia que ha estado reservado únicamente a mujeres durante toda su historia. Las propias monjas han establecido un horario de visitas para todos los días (de 11:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00) y elaboran dulces, que los peregrinos pueden comprar al finalizar su visita y ayudan al mantenimiento económico del monasterio.