Rúa do Franco

Rúa do Franco - Wikimedia Commons. Autor: Luis Miguel Bugallo Sánchez

Una de las calles más emblemáticas de Santiago de Compostela

Cuando pensamos en realizar una visita a Santiago de Compostela, uno de los principales nombres que puede acudir a nuestro nombre es la Plaza del Obradoiro. Sin embargo, si salimos de esta, damos con una de las calles más emblemáticas de Santiago de Compostela, y la cual se conoce como Rúa do Franco.

En esta calle no solo nos encontramos con una zona protagonizada por el buen vino o las tapas, sino que cuenta con la presencia de la Universidad de Santiago de Compostela. Este edificio fue fundado en la primera mitad del siglo XVI por el mismísimo arzobispo Alonso Fonseca III. Destaca por su estilo renacentista así como contar en su interior con uno de los claustros compostelanos más destacados.

Sin embargo, si crees que esta es la única magia que destacarás en este lugar, la realidad es completamente distinta. Después de todo, en esta calle también nos encontramos con la Capilla así como la Fuente del Apóstol. Este último punto es uno de los más destacados para los peregrinos debido a que, en las leyendas, se cuenta que en esta fuente fluían aguas milagrosas. Esto sucedía en el momento en el que los restos del Apóstol eran llevados por sus bueyes hacia el lugar donde, más adelante, sería enterrado.

Disfrutando de la gastronomía de Santiago de Compostela en Rúa do Franco

Otro aspecto que hace destacar a esta calle especialmente es el hecho de que cuenta con una gran oferta hostelera. Gracias a esto, podemos disfrutar de todo tipo de deliciosos platos así como una serie de aspectos importantes. De este modo, contamos con una calle en la que se puede descubrir el sabor de Santiago de Compostela a base de disfrutar de un gran servicio gastronómico.

Se trata de una tradición que se mantiene desde la Edad Media y cuyo nombre se mantiene desde esta época. ¿A qué se debe esto? A que los francos eran identificados con los peregrinos. Y lo mejor es que las tabernas mantienen las herencias de los taberneros medievales, quienes se asentaron para poder dar servicio a los peregrinos.

Una prueba de estas tradiciones y características de la Edad Media se presenta en las construcciones. De hecho, en varias casas se pueden ver grabados de piedra, símbolos como la concha e incluso las cinco estrellas del escudo presentes en la Universidad. Por ello, es una de las calles que garantiza que todos los peregrinos puedan disfrutar de un merecido descanso tras realizar el camino.