Villafranca del Bierzo

Villafranca del Bierzo ©Panoramio Heisser Oberfläche

La iglesia de Santiago es el monumento más famoso de Villafranca. Cada año santo, si algún peregrino llegado a este punto no podía proseguir su Camino a Santiago por enfermedad, se le abría la Puerta del Perdón. Al traspasarla, el peregrino que ha recorrido al menos 150 kilómetros, que acredite su imposibilidad de continuar hasta la capital gallega, que escuche misa y se confiese, obtendrá la indulgencia plenaria. Este templo es, junto a la Catedral de Santiago, el único con esta facultad.

De una sola nave, su construcción está fechada a finales del XII, cuando el obispo de Astorga obtiene una bula de Roma. La fachada del Perdón es una de las mayores expresiones del barroco leonés. En su interior guarda un valioso crucifijo del siglo XIV. El Castillo-Palacio de los Marqueses de Villafranca, del siglo XVI, es propiedad privada, por lo que los peregrinos se quedan con las ganas de acceder a su interior. La calle del Agua, por la que transcurre el Camino de Santiago, es la más popular de Villafranca.

Los edificios barrocos que la custodian trasladarán al peregrino hasta los siglos XVII y XVIII. El Monasterio de la Anunciada está construido sobre las ruinas de un antiguo hospital de peregrinos. Fue levantado por orden de Don Pedro Álvarez de Toledo y Osorio a principios del XVII para cumplir el deseo de su hija: ser monja. Hoy día funciona como Convento de Clausura de las monjas Clarisas. En la parte alta, el castillo, construido fundamentalmente en mampostería.

Cuenta con un torreón en cada uno de sus cuatro ángulos. Además de este rico patrimonio artístico y religioso, Villafranca del Bierzo, el pequeño Santiago, presume de un recorrido natural que arranca en el Jardín de la Alameda y pasa por el Negrillo de Palacio de Arganza, los Magnolios de Luna-Beberide, el Ciprés de La Anunciada y la Glicina de Viña Femita. Árboles con nombre y apellidos.