Caldas de Reis

Caldas de Reis ©Panoramio /mrfanjul

El peregrino se interna en el casco urbano de Caldas de Reis junto a la iglesia de Santa María. Se trata de una construcción románica de sólidos pilares de inicios del siglo XII en la que se puede apreciar la mano del Maestro Mateo en su portada. A lo largo del tiempo ha sufrido importantes reformas y añadidos. De entre los elementos destaca el Agnus Dei del tímpano. Continuando la ruta, el peregrino debe encaminarse por Santa Marta y adentrarse en el casco urbano para pasar ante el balneario de Acuña.

En su avance se encontrará con el rico comercio local lleno de servicios para los turistas, como farmacias, supermercados y tiendas variadas. Para continuar trazado será necesario cruzar el puente que salva el río Umia a su paso por Caldas. Tras girar por Laureano Salgado el paisaje urbano se transforma en casco histórico con la piedra como principal protagonista, en la que también hay espacio para parques y zonas verdes.

Precisamente en una de estas áreas arboladas se encuentra la iglesia de Santo Tomás Becket, el único templo gallego dedicado a este santo, peregrino y arzobispo de Canterbury. La construcción está edificada en los últimos años del siglo XIX y en ella se utilizaron piedras de la torre de doña Urraca. Pasará entonces el peregrino por la fuente de las burgas, un ejemplo de la larga tradición de aguas termales, que se explotan desde la época romana.

La fuente es de 1881 y pertenece a la tipología de fuentes de caño, constituidas por dos caños ornamentados de cabeza de León, situados a la salida del manantial. Cerca se encuentra un lavadero de ropa que utiliza el mismo manantial de agua caliente. La calle Real, el siguiente paso del recorrido, es el eje comercial del municipio, con una animada vida.

Continuando por ellas llegará hasta el puente de Bermaña. Pieza medieval de gran encanto, está construido sobre basamentos romanos. Si el peregrino no cuenta con la tradicional concha de vieira, tal vez pueda adquirir una en la zona, donde se suele ubicar un vendedor de estos recuerdos jacobeos. Continuando por San Roque el peregrino se encontrará con la capilla del mismo nombre, una edificación que cuenta con dos representaciones del santo como peregrino. Preside la iglesia un retablo construido en 1785. Cuenta con dos dinteles interesantes, que pertenecen a un baldaquino de piedra, labrados por Juan Rico en 1482.