Verín-Viladerrei

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Castillo de Monterrei

Castillo de Monterrei

A pesar de que el camino oficial arranca con la subida al castillo de Monterrei, muchos peregrinos –sobre todo, los ciclistas-,  evitan este recorrido e inician la etapa por la N-525. Otros, a mayores, buscan una tercera alternativa y, desde Verín, enlazan a partir de la carretera de Laza con la variante que viene por el norte. La ruta oficial, sin embargo, sigue los pasos del antiguo camino real. Sube a la ciudad fortificada y, tras un descenso, se prolonga hasta Albarellos.

A lo largo del día transita durante demasiado tramo por asfalto aunque también intercala sendas de inconfundible belleza. La jornada es sencilla en sus primeros kilómetros aunque se complica con la subida al alto de As Estivadas, de gran dureza. La dificultad procede, sobre todo, de lo prolongado del ascenso. Como otro hándicap del día se sitúa la confusa señalización, que sembrará dudas a los peregrinos en diversos cruces.

La etapa (21 kilómetros)

La jornada arranca en el propio albergue de Verín, alojamiento emplazado en la nobiliaria Casa do Asistente - pazo del siglo XVIII- y situado enfrente de la capilla de San Lázaro (siglo XVI), que antaño también funcionó como hospital para caminantes. Desde este punto los peregrinos tienen tres alternativas distintas, un amplio abanico de posibilidades que se puede derivar de la ausencia de señalización o de la dificultad de cubrir el ascenso hasta Monterrei a dos ruedas. Algunos, en su mayor parte ciclistas, deciden continuar por carretera, por la N-525, hasta Albarellos. Otros, sobre todo aquellos que procedentes de Portugal buscan enlazar con la variante que avanza por el norte, inician travesía por la carretera que se dirige hacia Laza, la OU-0121. La ruta oficial y pedestre tiene, sin embargo, como destino inmediato el cercano castillo de Monterrei.

Desde el albergue, punto de partida, se encamina hacia lo alto, por una calle que queda a mano derecha de la capilla de San Lázaro. El repecho se prolonga por una calzada empedrada desde la que se tendrá una buena panorámica del valle vitivinícola. Ya en lo alto, el peregrino se adentra en la ciudad fortificada, considerada una de las más importantes de Galicia y el mayor baluarte defensivo y estratégico frente al cercano Portugal. Fue levantado en el siglo XII bajo el patrocinio de Alfonso Enríquez, nieto de Alfonso VI. Fue sede de los linajes de Ulloa, Zúñiga, Viedma, Fonseca, Acevedo y Duques de Alba. Destacan en el conjunto la torre del Homenaje, de casi 23 metros de altura, y la torre de las Damas, del siglo XIV. Los sucesivos condes de Monterrei mandaron levantar, intramuros, además de la citada torre del Homenaje, el palacio renacentista, un hospital de peregrinos y la iglesia gótica de Santa María. Como legado histórico comentar que fue en él donde se instaló en el año 1494 la primera imprenta que hubo en Galicia. En ella se imprimió el Misal de Monterrei, un incunable que se conserva en la actualidad en la catedral ourensana.

La ruta –aún sin señales- recorre el enclave y desciende por la calzada que rodea al núcleo. Se llega a continuación a un cruce de caminos, que se tomará hacia la izquierda, en dirección a A Pousa. El caminante prosigue entonces en descenso y sobrepasa un cementerio. De frente atisba la Forta da Atalaia, construcción defensiva levantada en el siglo XVII y que servía para proteger el flanco más débil del castillo de Monterrei. Dos mojones bifurcan a continuación la ruta. Los caminantes que prosigan hacia Viladerrei-Xinzo deberán escoger el camino de la izquierda.

Desde este punto aún restan hasta Santiago 186,188 kilómetros. Todos aquellos peregrinos que, por el contrario, quieran enlazar con el ramal norte de la Vía de la Plata deberán continuar hacia la derecha en dirección Laza (restarán 178,198 kilómetros a Compostela). Es decir, que tanto se puede entroncar con esta variante desde el propio albergue de Verín, a partir de un recorrido que prosigue por la carretera, o iniciar travesía hacia Monterrei y, en el descenso, proseguir por este itinerario que continúa también hasta Laza, pero por sendas, y adelanta lugares patrimoniales tan emblemáticos como la iglesia de Santa María de Mixós (siglo X), declarada monumento nacional. Pero para cubrir la actual jornada los caminantes deberán elegir la ruta de la izquierda que se adentra por una bonita senda arbolada y por un posterior camino de tierra arcillosa.

Albergue de Verín

Albergue de Verín

Casi dos kilómetros después, un mojón desvía la senda hacia la derecha. En este lugar si los viajeros se giran obtendrán una gran panorámica del ya lejano castillo de Monterrei. La ruta avanza a continuación por una pista de fácil tránsito pero de deficiente señalización. Adelanta un mojón jacobeo pero, acto seguido, y ante una nueva bifurcación, no dispone de ninguna señal. Se deberá coger el camino de la derecha. Como referencia saber que el de la izquierda prosigue hacia una casas.

El peregrino continúa entonces, sin nuevas flechas, durante cerca de un kilómetro. Cubre varias curvas, una pequeña subida y un inmediato descenso. Es entonces cuando se aproxima a un nuevo mojón (el 183,545), situado en un cruce, que guía a los peregrinos hacia la derecha. El sendero transita entonces durante más de un kilómetro por una nueva pista de tierra, ancha, fácil de recorrer y suavemente descendente, que pasa a ser de asfalto nada más sobrepasar un taller de pirotecnia.

Un nuevo mojón (182,434) indica un giro a la izquierda. En este punto ya se divisa claramente la primera localidad intermedia, Albarellos. Para llegar a ella habrá que bordear un desguace de coches y cubrir nuevos metros hasta alcanzar un peligroso cruce con la N-525. Se sigue de frente hasta llegar a una intersección con la calle principal del pueblo, la rúa Progreso, coincidente con la carretera OU-143. La senda oficial guía a los peregrinos por detrás de unas casas, en un itinerario en el que se adelantan mesas al aire libre y se cruza el propio río Albarellos. El recorrido, durante el que el caminante se encontrará con alguna tienda y una farmacia, prosigue por la Estrada de Vilaza para desembocar de nuevo en la calle principal. El sendero no se acerca hasta la iglesia del lugar, dedicada al Apóstol. Prosigue por la mencionada calle hasta que, a la altura del bar O Campo, una señal desvía el camino hacia la derecha, hasta el ayuntamiento. Avanza entonces por asfalto con el río Albarellos a mano derecha. Después de unos metros, un nuevo mojón conduce el itinerario por una senda de tierra que salva, por una paso inferior, la N-525. Se avanza entonces por un bonito sendero, con el río a la derecha, hasta que, poco a poco, el camino vira hacia la izquierda y prosigue nuevos metros por una cómoda senda. Al final de la misma, la ausencia de señalización podrá confundir a los peregrinos. Se deberá proseguir a la izquierda para enlazar con una carretera local (con flechas amarillas en el suelo) que se dirige a Infesta.

Dura subida a As Estivadas

El caminante inicia entonces el recorrido urbano por este pequeño enclave, desde donde arranca la dura subida a As Estivadas. Tras adelantar una moderna zona recreativa, con fuente y mesas al aire libre, se alcanza la rúa da Fonte, que conduce hasta una fuente con agua sin garantías sanitarias y al punto desde donde se inicia el ascenso.

Tras los primeros 200 metros de subida la vía milenaria se aproxima a la iglesia del núcleo, que sufrió un incendio en el 2005 y se rehabilitó recientemente. En esas obras se encontraron dos murales encalados que datan de los siglos XV y XVI y un sepulcro que podría ser de un noble del siglo XV. El repecho continúa sobre asfalto y se prolonga a partir de sucesivas curvas. En este tramo habrá que tener cuidado en verano ante la ausencia de sombras. Se deja una casa a mano izquierda y se llega a un cruce con la N-525. De frente queda Guimarei pero el peregrino deberá seguir a mano derecha para cubrir más de un kilómetro en ascenso por el arcén de la nacional. Mejor continuar por el margen izquierdo ya que, a continuación, el desvío se tomará por esta mano.

La subida por el asfalto se alarga demasiado. Se gira casi en lo alto en dirección a los castros de Saceda y San Millán. El caminante recorre por  la OU-1018 más de 500 metros hasta que una nueva señal lo desvía hacia una pista de tierra que arranca a la derecha. Se sitúa entonces delante del mojón 175,467. A continuación la vía torna al asfalto y, en ascenso, recorre 500 metros por él hasta que un nuevo mojón conduce la travesía hacia la izquierda, por una calzada empedrada. Ahora sí en descenso comienza uno de los tramos más recomendables de la jornada, por pistas rodeadas de vegetación. Tras este bello recorrido se alcanza Rebordondo, una población del ayuntamiento de Cualedro que recibe al caminante con un espacio con puente, fuente, bancos y mesas, un lugar que ya se agradece a estas alturas de la subida.

De los 400 metros de altitud desde los que arrancó el ascenso el caminante ya supera los 700. El propio pueblo de Rebordondo se recorre en cuesta. A su término, la vía regresa a las pistas de tierra que se sucederán, primero en un tobogán, y luego, en un claro ascenso, hasta coronar Pena Verde, ya a 823 metros de altura. En este tramo el firme es irregular y muy pedregoso.

Paisaje nevado de As Estivadas

Paisaje nevado de As Estivadas

Coronada la subida la vía desemboca en la OU-1019, junto al mojón 171,567. La carretera se toma a la izquierda para salvar un paso sobre la autovía. Se continúa entonces de frente hasta que una señal desvía el camino hacia la derecha para internarse por la parte baja del caserío de la población. A mano izquierda, aunque separada del camino, queda la iglesia del lugar. El breve itinerario urbano se despide del núcleo por la calle Canto d’Abaixo y ya avanza en descenso por una bonita corredoira con algo de agua en su parte baja. Este tramo es uno de los más destacables de toda la jornada. Se prolonga de nuevo en tobogán y por pistas de tierra escoltadas por árboles. Aún por senda se salva un nuevo paso por la autovía para girar a continuación primero a la izquierda y luego a la derecha y proseguir por otro bello sendero que desemboca, más adelante, en una carretera en desuso. De esta forma la vía despide el ayuntamiento de Cualedro y se adentra en el de Trasmirás.

Aún queda 1,5 kilómetro para llegar al albergue, situado en el núcleo de Viladerrei. A esta población se llega tras un tranquilo paseo por asfalto. Para llegar al alojamiento habrá que serpentear entre las casas de la población, dejar a mano derecha su iglesia parroquial y un parque infantil y, tras llegar a un cruce con la N-525, girar a mano derecha y retroceder 200 metros.

En bici

Los ciclistas han buscado su propio itinerario para cubrir esta etapa. Mientras que los peregrinos de a pie son los únicos que transitan por el antiguo camino real (y no todos lo hacen), los de a dos ruedas prosiguen mayoritariamente desde Verín por la N-525 hasta el final de la etapa.

En todo caso, quienes deseen subir As Estivadas por la vía oficial no tendrán problema por el firme, de asfalto, aunque los repechos castigarán las ya cansadas piernas. Como tramo de peor tránsito se sitúa la subida hacia Pena Verde, por pistas de tierra de gran elevación y abundantes surcos.

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