Convento de San Marcos

Convento de San Marcos de León | Wikimedia Commons

Convento de San Marcos de León, perla del plateresco español

El Convento de San Marcos, en León, es una de las grandes joyas arquitectónicas de la ciudad, junto a la Basílica de San Isidoro y la Catedral de León, sin olvidar el Palacio Casa de Botines. El antiguo monasterio es hoy un parador de cinco estrellas, que además cuenta con una iglesia gótica consagrada en 1541 y un museo arqueológico y se encuentra entre las obras imprescindibles del Renacimiento español (que tiene lugar en España en el siglo XVI). No nos olvidamos de su localización, la plaza de San Marcos, donde podemos encontrar una estatua de homenaje al peregrino. 

Los comienzos del Convento de San Marcos están íntimamente ligados al Camino de Santiago, pues su germen nació hace más de ocho siglos, en tiempos de Alfonso VII de León, una famosa hospedería dedicada al cobijo y atención a los peregrinos que atravesaban la ciudad. Sin embargo no sería hasta el siglo XVI cuando, gracias a una donación por parte de Fernando el Católico (Maestre de Santiago), cuando se comenzaría la construcción del edificio gótico actual, cuyas obras durarían dos siglos (a cargo de ilustres arquitectos, como Juan de Orozco, Martín de Villarreal o Juan de Badajoz el Mozo y que se convertiría en sede principal de la Orden Militar de Santiago en el oeste de la península.

El edificio, de historia convulsa, sirvió como convento hasta 1836, cuando se convirtió -entre otros usos- en cárcel, dando cobijo a personajes tan ilustres de la historia de España como Francisco de Quevedo, cautivo durante cuatro años en sus muros. En la actualidad y desde 1964 sirve como parador de turismo de España y cuenta entre sus principales puntos de interés turístico su fachada y su claustro renacentista, su iglesia del gótico tardío y el Museo de León, creado en 1869.