Reportaje

Los peores amigos del peregrino en el Camino de Santiago

Antes de comenzar el Camino de Santiago, debemos tener en cuenta diversas dolencias que podemos tener durante el trayecto y evitar así, situaciones incómodas que nos impidan disfrutar de nuestra aventura

Lesiones en el Camino de Santiago - Jovanmandic/iStock

Lesiones en el Camino de Santiago - Jovanmandic/iStock

Una vez nos hemos decidido a lanzarnos a la aventura de comenzar el Camino de Santiago debemos pensar que nuestros pies son una de las cosas más importantes que tendremos que cuidar mientras recorremos el Camino. Cuando comenzamos a preparar nuestro viaje lo más habitual es pensar en la ruta que recorreremos, calcular el equipaje, la mochila que llevaremos y todo lo que meteremos dentro. 

Sin embargo nos olvidamos de una de las cosas más importantes: los pies. Debemos cuidar nuestros pies antes y después de cada etapa ya que nos podrían aparecer ampollas, rozaduras o incluso tendinitis, por lo que no podríamos continuar adecuadamente nuestro Camino y disfrutar de la experiencia como se merece.

Junto con las dolencias o problemas físicos que podamos tener en nuestros pies, también cabe prestar atención a otro tipo de males que debemos tener en cuenta para evitar situaciones incómodas. 

Dolencias más comunes en el Camino de Santiago

Las ampollas o rozaduras son uno de los males más frecuentes con el que se encontrarán los peregrinos al recorrer el Camino de Santiago. Pueden aparecer por una excesiva humedad dentro de la bota, originada por el sudor o el roce continuo entre los calcetines, el pie y la bota.

Por ello, intenta no estrenar calzado nuevo al comenzar la ruta. Elige un calzado adecuado y cómodo para ti. Comenzar el Camino de Santiago estrenando calzado nuevo es uno de los errores más comunes entre los peregrinos con poca experiencia. 

Es recomendable que llevemos en nuestra mochila un botiquín con todo lo necesario por si nos salen ampollas o rozaduras. En el caso de que nos aparezca alguna, podremos drenar el líquido con una aguja, gasas y evitar su aparición con vaselina. 

  • Sobrecarga muscular y tendinitis

La sobrecarga muscular puede provocar dolencias en tus piernas y espalda, como la tendinitis, fracturas o fascitis. Estas sobrecargas se producen por la repetición prolongada de un movimiento de un músculo específico. 

Si quieres evitar estas molestias, lo mejor es que equilibres tu mochila, realices pequeños descansos o que masajees la espalda y las piernas una vez llegues a tu albergue o alojamiento, así te encontrarás como nuevo. 

Como mencionamos antes, la tendinitis surge por un determinado esfuerzo o sobrecarga. En el caso de los tendones, podrás sufrir tendinitis tanto si realizas el camino a pie, en bicicleta, a caballo o en silla de ruedas; por ello lo mejor es tomar precauciones.

Si comienzas a notar dolores lo mejor es que disminuyas el ritmo y optes por tomar analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor. 

  • Posibles caídas

Tanto si vas a comenzar el trayecto a pie como en bicicleta, debes prestar mucha atención al terreno. Si vas a realizarlo a pie, observa los atajos porque el suelo puede variar en cualquier momento. ¿Sabías que la mayor parte de las caídas en las subidas o bajadas suceden por un despiste del peregrino?

Si por el contrario vas en bicicleta, presta mayor atención. Antes de comenzar la aventura revisa tu bicicleta para que no haya ningún problema mientras recorres el Camino. 

  • Mareos y golpes de calor

Hay personas que son más propensas a marearse que otras, no obstante, los mareos por fatiga pueden deberse al estado físico de la persona, el ritmo con el que realice el trayecto, no hidratarse, golpe de calor o una mala alimentación. 

Para evitar los mareos por fatiga hidrátate, lleva una correcta alimentación, un ritmo que tu cuerpo pueda soportar y descansa todo lo necesario.

Durante los meses de calor, ten en cuenta tomar las precauciones necesarias para no sufrir un golpe de calor por esfuerzo físico o por el clima. Lleva protección solar, agua, ropa fina y gafas de sol para contrarrestar el Camino bajo el sol. Intenta hidratarte a menudo ya que sino podrías deshidratarte y favorecer un golpe de calor.

  • Picaduras

Las picaduras de los insectos son uno de los temas más molestos. Las picaduras de mosquitos u otros insectos te provocarán inflamaciones muy incómodas. 

Para prevenir las picaduras lleva en tu mochila una loción anti mosquitos o una loción para la ropa, así lograrás que los insectos no se te acerquen. Si ya te han picado y notas un hinchazón grave es mejor acudir a la farmacia o médico más cercano. 

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