Mirador de la Atalaya

Capilla de la Trinidad en el mirador de la Atalaya, imagen de Wikimedia Commons

El entorno del Camino de Santiago tiene un gran valor paisajístico, pero no hay nada como las vistas al mar que encontramos a lo largo del Camino del Norte, y que podemos disfrutar hasta que llegamos a Ribadeo. Hay algunos lugares privilegiados desde los que contemplar las vistas al Cantábrico, y el mirador de la Atalaya es uno de ellos.

El valor defensivo de la Atalaya

El alto de la Atalaya fue un importante punto defensivo de la zona, tal como demuestran los dos cañones que se conservan junto a los restos de las antiguas murallas. Desde ahí se puede observar la desembocadura del río Eo al Cantábrico, lo que permitía controlar todo el puerto y la ría y servir como punto de guía para los barcos.

La Capilla de la Santísima Trinidad

En este enclave encontramos la capilla de la Trinidad, que es el edificio más longevo de Ribadeo. Fue construido durante la repoblación que Fernando II llevó a cabo en 1182. Fue durante mucho tiempo la iglesia parroquial, y en ella se celebraban consejos abiertos y reuniones de los gremios.

Sufrió varias reformas, por lo que lo único que se conserva ahora de la factura gótica original es la puerta principal. Tiene decoración en zig-zag y dos cabezas en los extremos, y está coronada por el escudo de Ribadeo. Esta capilla está consagrada a la Santísima Trinidad, que se plasma en sus tres retablos. El que más destaca es un retablo de estilo barroco, con detalladas tallas entre las que destaca la imagen de la Trinidad.

Cómo acceder al mirador

El entorno que rodea este mirador cambió a causa de la inauguración del ascensor de Ribadeo, inaugurado en 2010. Este ascensor de acero y cristal salva el desnivel entre el puerto y el mirador, y está totalmente integrado en su entorno. Sobre todo, facilita enormemente la accesibilidad hasta el mirador.