Ribadeo

Ribadeo ©Panoramio /Pedro Ferrer

Con la entrada en Galicia por el Ponte dos Santos, inaugurado en 1987, se inicia también la visita a Ribadeo, que recibe al caminante, junto al albergue, en la zona verde de O Cargadoiro. Fin de la línea férrea bajo la que se situaban los barcos para cargar mineral, estuvo en funcionamiento hasta 1964 y constituye en la actualidad un inigualable mirador en plena desembocadura del Eo.

Siguiendo la senda de la costa, en un agradable paseo, se alcanza el fuerte de San Damián, puesto defensivo y ofensivo, codiciado por su ubicación estratégica desde las guerras en el medievo. A continuación, la Illa Pancha y su faro, alumbrando a los marinos desde 1859.

De vuelta al centro de la población, el visitante encuentra en el trayecto el muelle de Porcillán, históricamente motor económico de Ribadeo, y ahora puerto deportivo. Continuando el rodeo por el paseo marítimo se alcanza el puerto comercial de Mirasol, la otra rada local.

Ya en la villa, el núcleo monumental se dispone alrededor de la plaza de España, en cuyo margen se yergue el icono arquitectónico de la ciudad: la Torre dos Moreno. De perfil elegante y moderno, el edificio fue construido entre 1914 y 1915 por los hermanos Juan y Pedro Moreno y Ulloa, indianos retornados con fortuna a su Ribadeo natal, en el que invirtieron parte de su capital y realizaron donaciones, por ello distinguidos como Hijos Predilectos. El inmueble modernista se erigió según los diseños del arquitecto argentino Julián García Núñez, discípulo de Antonio Gaudí. Contaba ya entonces con ascensor y un sistema de recogida de basura a través de tuberías internas.

Ribadeo ©Panoramio /© xeima

Al otro lado de la plaza se localiza la iglesia de Santa María do Campo, otrora convento de la orden franciscana, del que la tradición cuenta que fue fundado por el propio San Francisco durante su peregrinación a Santiago.

Delimita otro margen de la plaza el convento de Santa Clara, una construcción medieval que perdió parte de su arquitectura original en un devastador incendio en el siglo XVI. Actualmente el edificio está habitado por una comunidad de religiosas, de afamada habilitad en repostería.

Completa el conjunto la edificación neoclásica del Pazo de Ibáñez, del siglo XVIII. Actualmente alberga la sede del Concello de Ribadeo. La residencia fue construida por Antonio Raimundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos. Asturiano de origen, amasó fortuna con la fundación del complejo industrial Sargadelos, dedicado a la fundición y a la cerámica.

En la visita a Ribadeo debería incluirse un paseo por la calle San Roque, vial que conjuga tradición jacobea y modernidad. La peregrinación se materializa en las capillas de la Virgen del Camino y de San Roque, en cuyos alrededores florecieron las señoriales construcciones modernistas levantadas por los indianos y comerciantes acomodados en la villa a finales del XIX y principios del XX.

Y el templo más antiguo de Ribadeo, la capilla de la Atalaya o de la Trinidad, de puerta gótica (siglo XIV). Situada en un promontorio sobre Porcillán y la ría, sirvió durante siglos de guía para los marineros al enfilar la entrada al puerto.

A Ponte de Arante

Ribadeo ©Panoramio / Sibonei

Cuando el romero se ponga en marcha, al llegar a la parroquia más montañosa de Ribadeo, Arante, cruzará un lugar mítico para el Camino del Norte, por ello, de recomendada parada durante el trayecto. Se trata del santuario de Nosa Señora das Virtudes, flanqueado por los ríos Lexoso y Arante y donde hubo un hospital de peregrinos.

El templo, datado de la primera mitad del siglo XV, conserva en su interior una magnífica colección de murales que fueron descubiertos en 1970 tras una capa de cal. El lugar fue además testigo de la heroica defensa de los vecinos ante los ejércitos franceses en 1809, y así lo recuerda una placa conmemorativa recientemente colocada en la pared de la iglesia.

Las playas

Ribadeo ©Panoramio / Luisa Gila Merino

As Catedrais es el arenal más popular de Ribadeo y probablemente el más visitado y fotografiado de la geografía gallega. Las inconfundibles paredes verticales, cuevas y huecos erosionados en la roca hacen de esta playa un lugar único, protegido por varias figuras medioambientales.

Debe visitarse en bajamar, ya que al subir la marea queda totalmente cubierta por el agua. Para llegar a la playa hay que seguir la carretera de la costa, hacia Reinante (Barreiros), o bien tomar uno de los trenes que lanza FEVE en esa dirección. Junto a la de As Catedrais, tambien conocida como Augasantas, la inmediata de O Castro es también una de las emblemáticas y concurridas de Ribadeo.

Pero el núcleo cuenta con playas más cercanas, pequeñas y abrigadas, como las tres calas que forman el arenal de O Cargadoiro, la de Rochas Blancas o la de Os Bloques, más abierta y próxima al puerto comercial.

Estuario del río Eo

El humedal protegido incluye un tramo de unos cuatro kilómetros del curso bajo del Eo, todavía bajo la influencia mareal, y la parte más externa de la ría, hasta Illa Pancha, ya en mar abierto, silueteado por costa rocasa baja.

Los bancos de arena predominan en los tramos medios  y externos del espacio natural, mientras que las limosas llanuras intermareales se extienden en la mitad interna del estuario.

Fiestas y ferias

Ribadeo tiene en su calendario festivo una larga lista de celebraciones, desde las respectivas fiestas parroquiales a un amplio cartel cultural que engloba cine, música, deporte y gastronomía.

Como villa marinera, celebra en julio las fiestas en honor a la virgen del Carmen, pero el evento por excelencia es Santa María, patrona de la localidad, el 8 de septimebre. El dia anterior salen a desfilar los centenarios Cocos, los gigantes animados de cartón piedra, que también frecuentan las calles ribadenses con motivo de las fiestas en honor al copatron de la localidad, San Roque, a mediados de agosto.

En cuanto a las ferias, se celebra mercado todas las mañanas de los miércoles, en la plaza de abastos. Durante el verano, hay mercado todos los domingos con productos de huerta. También abre ese día el pequeño comercio local (todo el año), aunque cierra las mañanas de los lunes.