El Burgo Ranero-León

2 valoraciones
14
23
9
Información
Estatua en honor al caminante a la salida de Reliegos

Estatua en honor al caminante a la salida de Reliegos

El caminante se enfrenta a una etapa anodina, que tratará de solventar con rapidez a pesar de su extensión. Aquellos que prefieran dividirla en dos tienen una buena opción de hacer meta en Mansilla de las Mulas, una acogedora localidad con todos los servicios. De esta forma, y si se parte la caminata, se llegará a una hora temprana a León y se podrá disfrutar de la capital en todo su esplendor.

El itinerario discurre durante más de 20 kilómetros por una pista llana y paralela al asfalto, escoltado por campos de cereales. La ausencia de sombra aconseja al romero arrancar la jornada al amanecer y, en verano, ir protegido contra el inclemente sol. En la última parte de la jornada el firme cambia, se aleja del asfalto y discurre por pistas de gravilla que, eso sí, deben hacer frente a varios nudos viarios.

En los últimos ocho kilómetros varias naves industriales también afean la ruta que ya anhela la llegada a León. Esta jornada cuenta en su inicio con el segundo tramo más largo sin poblaciones intermedias pero, a cambio, los posteriores enclaves atravesados ofrecen todo tipo de servicios a los peregrinos.

La etapa El Burgo Ranero - León(43 kilómetros)

Esta larga etapa, que pondrá a prueba la paciencia y la resistencia de los caminantes, semeja en su primera parte un símil de la jornada anterior. Tras dejar atrás la calle central de El Burgo Ranero (352 kilómetros a Santiago) el peregrino retoma el camino de tierra que discurre en paralelo a la carretera por su margen izquierdo y que avanza sin desniveles y en forma rectilínea a través del páramo leonés. En su discurrir se encuentra sucesivas cruces y diversas y sencillas áreas recreativas, como la situada pasados dos kilómetros de la partida, con las que se trata de amenizar la monótona marcha por la llanura de cereales.

El itinerario hasta Reliegos (13 kilómetros) es el segundo tramo más largo sin poblaciones intermedias, después del existente entre Carrión de los Condes y Calzadilla de la Cueza, por lo que conviene ir provistos de agua, alimentos y gorra. Tras dejar a mano izquierda una escuela de ultraligeros, se llega, poco después, al merendero de Villamarco, con mesas y bancos, y al desvío que conduce hasta esta población.

A pesar de que este núcleo no se halla en la ruta jacobea y que para llegar a él habrá que recorrer 1,4 kilómetros de itinerario añadido, quien tenga una urgencia puede desviarse. Allí encontrará bar, tienda y una casa de turismo rural. Andar continuo el caminante retoma el camino y, después de una curva, salva por un túnel la línea férrea.

La vía se anchea ligeramente y pasa algún arroyo para ya acceder, después del área recreativa de Reliegos (30 kilómetros a León), donde sí hay sombra, al propio enclave. Unas bodegas tradicionales y el albergue municipal saludan a los viajeros antes del inicio del propio núcleo, que cuenta con toda la infraestructura necesaria para atender sus necesidades. En una tienda donde podrán comprar alimentos básicos, hallarán algo muy habitual a lo largo del Camino, un gel relax para dulcificar la marcha.

En la localidad, cuyas casas de adobe ejemplifican la arquitectura popular leonesa, se halla, además, uno de los bares más pintorescos de la ruta jacobea. Su fachada, totalmente decorada en azul, no dejará indiferente a ningún romero. Hay muchos que llegan, incluso, recomendados o que vieron la película de The Way, de Martin Sheen, y decidieron que también querían hacer un alto en este bar.

En su interior se pueden leer los múltiples y variados lemas vertidos y escritos por los caminantes en sus muros desde el 2004 y que ni el paso del tiempo, ni el camarero, han logrado ni querido borrar de allí. A todos los caminantes los recibe con una sonrisa, y con una cerveza en la mano, para acto seguido ofrecerles un económico menú, alguna ración o un bocadillo. Se trata de relajarse y pasarlo bien. Algo conseguido.

Tras esta parada, que no queda estrictamente en la sirga peregrina, el caminante retrocede hasta la ancha calle Real, por donde sí prosigue la ruta, para, poco después, abandonar el enclave y retomar la ya conocida pista paralela al asfalto. Pero justo antes de reemprender el recorrido se encontrará en un parque con una estatua con la que el Ayuntamiento de Santas Martas (del que depende Reliegos) les quiso rendir homenaje.

Un famoso refrán, popular en la zona, recuerda al caminante la distancia que aún debe recorrer por la eterna senda arbolada, en torno a 6 kilómetros: la legua bien medida, de Reliegos a Mansilla.

Reliegos

Reliegos

Mansilla, meta alternativa

Después de un sencillo paseo entre los tostados campos de trigo, y ya con la siguiente localidad en el horizonte, el romero sobrepasa una completa área de descanso con fuente y zona con sombra y ya despide por fin, casi a las puertas de la agradable Mansilla de las Mulas y tras casi cinco kilómetros desde el último alto, la pista paralela.

Para acceder al núcleo, situado en el valle del río Esla, salva la N-601 por un viaducto y sobrepasa el canal del Porma. Esta localidad (19,1 kilómetros a León) puede resultar una acogedora fin de etapa, al ofrecer todos los servicios a los romeros. Bares, restaurantes y hospedajes acompañan al peregrino a lo largo del itinerario urbano al que se accede tras sobrepasar la puerta del Castillo, uno de los cuatro accesos con los que contó el antiguo enclave amurallado (siglo XII), en donde también se ubica un monumento al peregrino.

La villa, que tuvo un gran pasado jacobeo y fue centro económico de renombre, llegó a contar con cuatro hospitales para peregrinos. En la actualidad acoge dos albergues y varios establecimientos hosteleros. Antes de abandonar el lugar, y a pesar de que quede extra muros, se recomienda a los peregrinos acercarse hasta la llamativa ermita de la Virgen de Gracia, pintada en color ocre con remates en ladrillo rojo. Una de las fotografías, sin duda, más repetidas del enclave.

La salida de la población se hace a través del puente de ocho arcos sobre el río Esla. Acto seguido, y mientras se deja a mano derecha el cámping del lugar, se recupera un camino que parte a la izquierda de la N-601, escoltado por campos de maíz, y que sobrepasa el desvío al monasterio de Santa María de Sandoval, conjunto monástico de arquitectura cisterciense del siglo XII, declarado monumento histórico-artístico, pero del que no quedan sino ruinas.

Se llega así, tras casi 5 kilómetros recorridos, y después de dejar a mano derecha una gasolinera con tienda, a Villamoros de Mansilla, un núcleo no atravesado en la actualidad por el Camino pero que los peregrinos pueden cruzar como alternativa para tratar de evitar durante un tramo el siempre peligroso arcén de la carretera.

Antaño este municipio era conocido como Villamoros del Camino, por constituir la senda tradicional la calle principal del pueblo. Ya de nuevo en la N-601 se sobrepasa una panadería y se deja también a mano derecha el cartel indicativo del yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Lancia.

La tradición de la borrica

Una senda paralela los conduce a continuación hasta el siguiente alto, Puente Villarente (12,7 kilómetros a León), núcleo al que se accede por una pasarela peatonal de reciente construcción sobre el río Porma. El nombre de la localidad procede de su puente, que consta de 17 bóvedas de diversas épocas y que ya fue calificado de «enorme» por el autor del Códice Calixtino.

La tradición recuerda cómo en el lugar hubo un buen hospital fundado en el siglo XVI por el arcediano de Triacastela. El antiguo caserón, aún conservado, se ha convertido en un restaurante (La Casona) que ofrece comidas a los romeros al pie del Camino. El edificio estaba dedicado a Nuestra Señora la Blanca y entre las disposiciones que se establecían como reglas del hospital figuraba la obligatoriedad de tener siempre a punto una borrica para trasladar hasta León a los peregrinos enfermos o impedidos.

Se atraviesa el núcleo a partir de la carretera nacional, en cuyos márgenes se suceden los albergues y diversos establecimientos hosteleros que se ofrecen a saciar el hambre o la sed de los peregrinos. A la salida, y siempre por una larga recta, los laterales se anchean y el caminante sobrepasa una farmacia, varios talleres o diversas oficinas bancarias. Se recomienda situarse en el margen derecho ya que, justo a la altura de un tablón de anuncios, la ruta toma en ese sentido un desvío que se desmarca del asfalto.

Se prosigue entonces por una pista de gravilla que avanza entre distintos cruces del tendido eléctrico hasta salvar un arroyo para, acto seguido, evitar la A-60 (autovía León-Valladolid) a través de un túnel. Se sobrepasa en este punto una buena área de servicio a cubierto, situada justo antes del corto repecho con el que se alcanza el término de Arcahueja, donde los caminantes hallarán servicios básicos y un albergue.

El itinerario sigue de frente, dejando a mano derecha un parque deportivo. A través de una pista de gravilla con varios socavones, el trazado impone un castigo extra a las exigidas piernas de los caminantes a través de varios toboganes. La vía llega al área de descanso de Valdelafuente y al desvío hacia este núcleo, que no merece la pena seguir salvo para aquellos que necesiten con urgencia una farmacia.

Se deja nuevamente a mano derecha un cementerio y se llega a un cruce, que se debe tomar a la izquierda para proseguir hacia un polígono-cinturón industrial de León ubicado junto a la N-601.

Llegada a León

La ruta prosigue por una pista que conduce hacia una pasarela peatonal que salva esta circunvalación y que permite a los romeros asomarse al área del Portillo, una atalaya desde donde contemplar la ribera del río Torío y el caserío de León. Los romeros llegan así a Puente Castro, barrio y antesala de la capital leonesa separado de ella por el propio río.

Este enclave ya no recuerda en casi nada a la célebre judería o aljama que fue en la Edad Media. En la iglesia de San Pedro podrán visitar el centro de interpretación y recepción de peregrinos, con información sobre la vía jacobea en la zona. Al peregrino tan solo le queda cubrir el último tramo de esta ingrata etapa para verse recompensado con todos los atractivos de León. Pero para llegar a su centro aún deberá salvar el Torío por una pasarela peatonal paralela al puente y proseguir por la avenida Alcalde Miguel Castañón hasta llegar a la plaza de Santa Ana. Se continúa por la calle Barahona y se gira hacia la calle Escurial, donde tiene su sede el albergue de las monjas carbajalas. Las torres de la catedral gótica sirven de faro en todo momento.

Mansilla

Mansilla

Variante por la Vía Trajana o calzada de los Peregrinos

Los peregrinos que hayan optado por continuar hasta Mansilla por esta vía afrontarán una nueva jornada sobrecogedora. El páramo y la soledad les acompañarán a lo largo de estos más de 20 kilómetros desde Calzadilla de los Hermanos.

Tras un corto tramo por asfalto que conduce hasta un desvío que lleva a El Burgo Ranero, el romero ya no volverá a pisar carretera ni a cruzar más núcleos hasta el final de etapa. La llanura adquiere dimensiones aún no conocidas para los peregrinos, que afrontarán un tramo ondulado al que, en ocasiones, asoma la antigua calzada romana y que, poco a poco, se acerca a la vía férrea.

A través de pasos sobre arroyos, que tras épocas de lluvias pueden suponer un problema, el sendero se ameniza y progresa hasta una meseta ya cercana a Mansilla. A pesar de ser minoritario el camino está señalizado.

El Burgo Ranero - Leónen bici

Los ciclistas no hallarán problema en solventar esta etapa por la vía marcada, que, tan solo en algunos tramos, como en el posterior a Arcahueja, se vuelve más accidentado y pedregoso.

Ruta relacionada
Ubicación
Mapa de la etapa
Localidades relacionadas
Perfil etapa
La Voz de Galicia La Voz de Asturias

Puntos de interés

Localidades | Albergues | Alojamientos | Restaurantes | Guarnicionerías | Médicos | Puntos de interés | Talleres de bicicletas

Contactar | Política de privacidad | Política de Cookies | Condiciones generales | Aviso Legal | Autoría | Mapa Web | Consentimiento

© Copyright LA VOZ DE GALICIA S.A. Polígono de Sabón, Arteixo, A CORUÑA (ESPAÑA) Inscrita en el Registro Mercantil de A Coruña en el Tomo 2438 del Archivo, Sección General, a los folios 91 y siguientes, hoja C-2141. CIF: A-15000649

Desarrollado y administrado por Hyliacom