La Catedral de Santiago

Catedral románica / @ Arturo Franco Taboada

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Información general sobre la Catedral de Santiago

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Cientos de años de historia a sus espaldas

Este es el gran monumento del Camino de Santiago y el punto final del famoso recorrido en cualquiera de sus vertientes. Ver la imponente fachada de la Catedral, después de un largo esfuerzo, sin duda, merece la pena. 

La Catedral fue en primer lugar una capilla construida sobre los restos de la tumba del Apóstol Santiago, ordenada por el rey Alfonso II de Asturias en el año 829.

A esta capilla le siguieron con el paso de los años varias construcciones y ampliaciones, hasta que se inició la construcción de la actual catedral en el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI.

En 1168 fue encargado al maestro Mateo la cripta y el famoso Pórtico de la Gloria, terminada oficialmente en abril de 1211. Debido a esto, en la Catedral de Santiago pueden verse gran cantidad de estilos arquitectónicos diferentes (románico, gótico y barroco).

Patrimonio de la Humanidad de UNESCO desde 1985

La Catedral de Santiago de Compostela es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1985, aunque no deja de ser un monumento muy importante durante siglos para la tradición católica. Es aquí donde se encuentra el sepulcro del Apóstol Santiago, por lo que ha sido uno de los mayores lugares de peregrinación religiosa del mundo desde hace cientos de años.

Algunos de los aspectos más interesantes de la Catedral es su imponente y detallada Fachada del Obradoiro, el famosísimo Pórtico de la Gloria de estilo románico, la fachada de Azabachería, la fachada de las Platerías, la Torre del Reloj, la capilla mayor, la cripta sepulcral o el famoso Botafumeiro.

Catedral de Santiago

¿Cuándo se empezó a construir la catedral de Santiago?

A principios del siglo XI empieza a germinar la necesidad de que Santiago cuente con una basílica acorde al gran número de caminantes que ya recibía y al estatus que el santuario jacobeo tenía como faro del cristianismo. Se piensa en un modelo similar al de las grandes catedrales de peregrinación, presentes en varios de los puntos franceses de donde partía la ruta. 

A partir de la iniciativa del obispo Diego Peláez y del rey Alfonso VI y, gracias, sobre todo, al decisivo empuje del arzobispo Diego Xelmírez, las obras de la Catedral de Santiago arrancan en el año 1075.

La construcción concentró en Compostela a los mejores constructores del momento, como al Maestro Mateo, artífice de la cripta con la que se salvó el desnivel que había en la actual Plaza del Obradoiro y, sobre todo, de la obra cumbre del románico, el Pórtico de la Gloria. 

En el año 1211 la gran catedral románica fue consagrada por el arzobispo de Compostela. Esto confirmó la época dorada de las peregrinaciones a Compostela.

Fachada de Azabachería / @ María Moldes

Acceso por la Puerta Francígena, actual Azabechería

A pesar de que el templo conserva la planta románica y algunos lugares ya existentes en su construcción original, a esta basílica se le sumaron a lo largo de los siglos aportaciones góticas, renacentistas y, sobre todo, barrocas. Estas modificaron su apariencia externa y cambiaron el modo de acceso para los peregrinos. 

Los peregrinos que llegaban a Santiago por el Camino Francés accedían a la catedral por la conocida Puerta Francígena, situada hacia el norte, en la actual Azabachería. Esta fachada no es la misma que la inicial, ya que se derribó a mediados del siglo XVIII. 

Gracias al Códice Calixtino podemos imaginar cómo era el aspecto exterior de la Plaza de la Inmaculada, conocida popularmente como Azabachería, por la presencia en su entorno de talleres dedicados al azabache.

Cuando nosotros, los de nación francesa, queremos entrar en la basílica del Apóstol, lo hacemos por la puerta septentrional. Delante de esta entrada, junto al camino, se halla el hospital de peregrinos pobres de Santiago, y a continuación, al otro lado de la calle, hay un atrio del que se baja por 9 peldaños. Al concluir la escalera de este atrio, hay una admirable fuente que no tiene pareja en todo el mundo. Se asienta esta fuente sobre tres escalones de piedra, que sostienen una hermosísima taza de piedra de forma circular, y cóncava, a manera de cubeta o cuenco, de tal tamaño que yo calculo que pueden bañarse cómodamente en ella quince personas.

Capítulo IX del Libro V del Códice Calixtino

Las fachadas de A Quintana y la Berenguela

De la contigua Plaza de A Quintana destaca el largo muro barroco coronado por pináculos, con el que se trató de dar una imagen de conjunto a esta fachada. En ella se sitúa la Puerta Santa, sólo abierta en años santos para facilitar la salida del templo a los fieles, aquellos que la traspasan, se ganarán el Jubileo.

Torre del Reloj - Puerta Santa / @ Xoán A.Soler

Uniendo las plazas de A Quintana y Praterías se alza majestuosa, la Torre del Reloj, la más bella de la catedral, y conocida por todos los compostelanos como Berenguela, en honor a su constructor, el arzobispo francés Berenguel de Landoira. Sobre ella se levantó la torre octogonal, cuya linterna se enciende durante los años santos para marcar el rumbo a los peregrinos. La torre alberga la mayor de las campanas de la catedral, conocida también como Berenguela.

La fachada de Praterías

Esta es la única fachada románica que aún se conserva de la catedral medieval, la que se orienta hacia el sur, conocida como Praterías, por los diversos talleres que en su entorno vendían recuerdos en plata con motivos jacobeos.

Por ella accedían al templo los romeros que llegaban a Santiago por la Vía de la Plata y por el Camino Portugués. Sobre su lienzo se representaban distintas escenas de la vida de Jesús como la Encarnación, Predicación y Pasión.

Fachada del Obradoiro / @ Xoán A. Soler

Fachada barroca del Obradoiro

Esta es la estampa más icónica de la catedral. Su nombre procede del gran número de talleres de canteros (obradoiros en gallego) que durante los siglos XVII y XVIII se centraron en construir la gran portada barroca. 

Durante los primeros siglos de la catedral su estampa oeste era muy distinta a la actual. Dos torres románicas de altura desigual coronaban una portada abierta día y noche, que dejaba al descubierto el gran Pórtico de la Gloria, visible desde el exterior. A la derecha se sitúa la Torre de las Campanas y, a la izquierda, la de la Carraca, nombre que se deriva de un instrumento musical instalado en ella y que se hacía sonar en las celebraciones de Semana Santa.

La fachada se compone de cuatro cuerpos en los que se adivinan multitud de motivos jacobeos, como el arca y la estrella, una cruz de Santiago o, sobre todo, la imagen del Apóstol peregrino que corona el templo y al que rinden culto dos reyes españoles.

Pórtico de la Gloria

¿Quién hizo el Pórtico de la Gloria?

Ya dentro de la catedral el peregrino se sitúa ante el Pórtico de la Gloria, en el los peregrinos podrán contemplar el dintel pétreo del Maestro Mateo y acceder a un recorrido guiado por el mismo.

Este conjunto plasma en piedra un denso mensaje teológico sobre el Juicio Final. La obra incluye más de 200 figuras de granito, de gran realismo y expresividad, con Cristo rodeado por los cuatro Evangelistas y una serie de ángeles con los instrumentos de la pasión. Durante siglos los caminantes llegados al templo hundieron los dedos de su mano en una cavidad ya deformada por siglos de costumbre.

Detrás del parteluz se halla la figura del que parece ser un Maestro Mateo arrodillado, que mira hacia el altar. Popularmente a esta figura se la conoció como Santo dos Croques por la costumbre de los estudiantes compostelanos de dar tres toques con su cabeza en la frente del maestro para conseguir parte de su sabiduría.

Interior de la Catedral de Santiago

Recorrido por el interior

El templo, de considerables dimensiones y acceso libre, guarda en su interior vestigios de los diferentes estilos arquitectónicos que ayudaron a levantarlo. Cuenta con una planta de cruz latina con tres naves por brazo y un deambulatorio, que facilita el tránsito por el interior.

Destaca la capilla de la Corticela, ya que es la más antigua de las existentes y, la más popular de la Catedral. En su origen no se hallaba en el interior de la basílica, sino entre el templo y la primera muralla, desde entonces muchos deciden casarse en ella después de conocerse a lo largo del Camino.

En el altar mayor, se reserva espacio para el camarín donde descansa la famosa imagen medieval del Apóstol, a la que todos los peregrinos y visitantes no dudan en dar un abrazo. Esta tradición, parece ser que ya se inició en el siglo XIII.

Tras este ritual el romero acostumbra a descender a la cripta apostólica, ubicada bajo el Altar Mayor, donde descansan los restos de Santiago y de sus discípulos Teodoro y Atanasio. Las reliquias del Apóstol fueron ocultadas en el siglo XVI ante el temor de que unos corsarios ingleses pudieran llevarlas.

Vuelo del botafumeiro / @ Sandra Alonso

¿Qué es el botafumeiro de la catedral de Santiago? ¿Qué quiere decir botafumeiro?

Se trata de un inmenso incensario (53 kilos y 1,5 metros de altura) de latón bañado en plata que necesita la atención de ocho especialistas o tiraboleiros para columpiarse por el interior de la catedral. Suspendido a 20 metros de altura mediante un sistema de poleas, alcanza una velocidad de 68 km/h.

El uso del botafumeiro ya aparece recogido en el Códice Calixtino y se empleaba como elemento purificador ante las multitudes que se congregaron en el interior del templo.

Catedral / @ Álvaro Ballesteros

Paseo por los tejados de la Catedral

En los últimos años, peregrinos y turistas pueden visitar los tejados del templo, una opción tan solo habilitada antaño a grupos escogidos. En la Edad Media, sin embargo, los caminantes accedían libremente a estas cubiertas, un mirador de excepción que brinda a los viajeros una bellísima panorámica de Santiago y les permite conocer, previo pago de una entrada y durante casi una hora, rincones inéditos de la basílica.

Desde estas cubiertas el templo adquiere una dimensión más humana. Los caminantes se podrán acercar hasta la Cruz dos Farrapos donde, en la Edad Media, los peregrinos, después de haber orado ante el Apóstol, quemaban sus hábitos, sucios después del largo viaje, como señal de purificación.

Cruz dos Farrapos / @ Xosé Castro

Durante el recorrido los visitantes también podrán ver de cerca el conocido reloj de la Berenguela. Como único contratiempo estará la lluvia característica de Santiago y que, en invierno, puede deslucir este paseo por los cielos de la catedral.

Horarios de la Catedral de Santiago

La Catedral permanece abierta diariamente de 7.00 a 20.30, al igual que el sepulcro. Los peregrinos interesados podrán dar el abrazo al Apóstol diariamente de 9.30 a 13.30 y de 16.00 a 19.00 horas.

La entrada es libre y gratuita, pero para acceder a los espacios comprendidos en el Museo Catedralicio habrá que abonar una entrada.