Lesiones más frecuentes en el Camino de Santiago: ¿Qué hacer?

Lesión | Envato

Independientemente de la ruta, el Camino de Santiago supone un gran esfuerzo para nuestro cuerpo. Serán muchos días recorriendo decenas de kilómetros; atravesando superficies de todo tipo y exponiéndonos en algunas ocasiones a las inclemencias del tiempo. Un conglomerado de elementos y situaciones que, de no estar bien preparados y equipados, podrían terminar en lesión. 

Y es que las lesiones en el Camino de Santiago es algo de lo más común, especialmente si no hemos contado con la preparación física meses atrás o no llevamos el calzado adecuado. En ViveCamino queremos que estéis al tanto de cuáles son las lesiones más comunes, pero también cómo evitarlas. 

Lesiones más comunes en el Camino de Santiago

Las lesiones en el pie y las lesiones de rodilla son las más comunes en el Camino de Santiago. En el primer caso hablamos de una zona que está en contacto casi directo con la superficie y todo tipo de terrenos: más escarpados, arena, lluvia, barro… En el caso de las lesiones de rodilla tenemos una de las zonas más frágiles, teniendo que soportar todo el peso de nuestro cuerpo. Dicho esto, las lesiones más frecuentes en el Camino de Santiago son: 

Lesiones en los pies

Las ampollas son unas de las lesiones más comunes en el Camino de Santiago, vinculadas directamente con el calzado y los calcetines. Estos dos elementos son de los que más tenemos que cuidar a la hora de preparar nuestra mochila para la ruta. Una de las formas más fáciles de evitar las ampollas es, en la medida de lo posible, no caminar con los pies húmedos durante un largo periodo de tiempo. Además de las ampollas, también son frecuentes otras como la fascitis plantar, el neuroma de Morton o metatarsalgia. 

Tendinitis

Las rodillas y los tobillos son dos de las partes que más sufren en el Camino de Santiago. Como ya te hemos comentado anteriormente se trata de partes que deben soportar nuestro cuerpo y que además están expuestas a larguísimas caminatas de decenas de kilómetros día a día. 

Botas | Envato

Lesiones musculares

En el Camino de Santiago también estaremos expuestos a lesiones como calambres, distensiones o esguinces. Todas ellas de carácter muscular, bastante incómodas y dolorosas fruto de no haber realizado antes estiramientos. 

Lesiones de espalda

Uno de los puntos cruciales antes de comenzar la primera etapa del Camino de Santiago es saber qué llevar en la mochila. Sólo de esta manera podremos evitar sobrecargar el complemento y más importante aún, evitar en el futuro lesiones de espalda que también terminen afectando a los hombros. 

Deshidratación y golpes de calor

¿Existe la mejor época para hacer el Camino de Santiago? Esta es una de las preguntas más habituales cuando comenzamos a valorar una ruta u otra. Lo cierto es que dependiendo de la estación en la que arranquemos nuestra aventura nos podremos encontrar con momentos en los que estaremos expuestos a deshidratación y golpes de calor. Llevar siempre a mano una botella de agua es importante para evitarlo. 

Fatiga

No es una lesión per sé, pero no cabe duda de que la fatiga hace acto de presencia todos los días a lo largo de las diferentes etapas del Camino de Santiago. La aparición de la fatiga puede dar lugar a pasos en falso debido al cansancio y por ende aumentar la probabilidad de caídas y lesiones. Estar bien descansados y alimentados es vital para descartar la fatiga. 

Beber agua | Envato

Cómo evitar las lesiones en el Camino de Santiago

Si quieres evitar las lesiones en el Camino de Santiago existen varios consejos que, desde Vive Camino, te recomendamos cumplir en la medida de lo posible. Algunos de ellos ya los conocerás debido a los comentarios de otros peregrinos y otros por supuesto van de la mano de la lógica: beber agua a lo largo de la etapa, realizar estiramientos, etcétera.

Preparación física

La preparación física para el Camino de Santiago es uno de los puntos más importantes antes de tan siquiera decidir la ruta. Ésta se realiza desde varios meses antes de la primera etapa y en ella ganaremos fondo físico en términos de resistencia. La mejor manera de prepararnos es acudir a un preparador que nos evalúe e incluir en nuestra rutina actividades cardiovasculares, estiramientos y fortaleza. 

Escoger el calzado adecuado

El calzado es otra de esas características que nunca debes dejar pasar por alto. Las botas para el Camino de Santiago son una de las decisiones más cruciales. Éstas te acompañarán durante todo el viaje, serán tus más fieles compañeras en las etapas más complicadas. Una bota que encaje como un guante, sea cómoda y cuente con todas las características en términos de seguridad y materiales evitará en más de una ocasión una lesión desagradable. 

Estiramientos

Los estiramientos antes de comenzar la etapa y al término de la misma son importantísimos. Sólo así lograremos evitar y prevenir lesiones musculares y tendinitis. 

Sandwich | Envato

Hidratación y protección solar

A lo largo y ancho del Camino de Santiago puedes encontrarte con numerosas situaciones, principalmente las inclemencias del tiempo pueden ser un factor determinante. Beber mucha agua durante la etapa evitará la deshidratación, mientras que la protección solar (incluyendo también gafas y sombrero) no dará pie a la insolación o quemaduras. Todos ellos son momentos con los que podrías lidiar especialmente si te decantas por el Camino de Santiago en verano. 

Descanso y alimentación

El descanso y la alimentación son tus mejores aliados para evitar lesiones en el Camino de Santiago. Dormir el tiempo adecuado cada noche no dará lugar a un cuerpo maltrecho al día siguiente. Recuerda que también puedes tomar descansos las veces que lo necesites a lo largo de la etapa. Por otra parte, la alimentación juega un papel crucial, siendo importantísimo que te centres en alimentos nutritivos y energéticos para mantener la energía durante toda la jornada. 

Con estos consejos y tras echar un vistazo a algunas de las lesiones más comunes en el Camino de Santiago no deberías tener ningún problema para ir bien precavido durante toda la ruta y reducir la probabilidad de daños.