¿Qué debes tener en cuenta a la hora de organizar tu peregrinación a Santiago? Estos son todos nuestros consejos para que todo vaya sobre ruedas
Llega el buen tiempo y decenas de miles de nuevos peregrinos ya tienen claro que quieren llegar a Santiago de Compostela este año. Quieres comenzar a planificar el Camino de Santiago con tiempo para recorrerlo solo, en pareja, en familia o en grupo, pero no tienes muy claro por dónde empezar.
Para ayudarte a organizar el Camino de Santiago te hemos preparado algunos consejos útiles con los que todo irá sobre ruedas; para comenzar tu planificación, debes comenzar por responder a las siguientes preguntas clave:
Antes de nada, debes decidir o acordar con los otros peregrinos con los que vas a peregrinar este año qué mes os viene mejor a todos; de esto depende gran parte de cómo organizar el Camino de Santiago. Entre los habituales de la ruta jacobea es unánime: la mejor época para hacer el Camino de Santiago son los meses de primavera (desde abril a junio), y las primeras semanas del otoño, seguidas por las primeras del verano.
En invierno, recorrer el Camino de Santiago es duro (sobre todo para principiantes) por el mal tiempo y en los meses de julio y agosto, hay que convivir con las grandes aglomeraciones de peregrinos.
Afortunadamente, no hay reglas escritas acerca del tiempo que hay que dedicarle al Camino, ni oblicación alguna sobre dónde comenzar o dónde terminar (aunque la gran mayoría de peregrinos concluyen su peregrinación en Santiago de Compostela). ¿Cuánto tiempo se tarda en hacer el Camino de Santiago?, puedes organizar tu aventura ajustándote a los días que tengas disponibles, bien sea un mes, 15 días o una sola semana, aunque el mínimo que recomendamos son cinco días.
La mejor idea es que elijas tu punto de inicio del Camino de Santiago a partir de los días que hayas decidido emplear en tu peregrinación. Para ello, aquí tienes una referencia rápida con algunos de los principales puntos de inicio por número de peregrinos que los eligen y el tiempo que tardarás en llegar a Santiago de Compostela desde allí:
La elección de cómo peregrinar a Santiago es solo tuya, pero antes de tomar una decisión es importante conocer las estadísticas oficiales. Según datos de 2018, llegaron a Santiago caminando un 93% de los peregrinos; en bici, un 6,3% (20.787 peregrinos) y a caballo, un 0,10% (310 peregrinos).
Debes saber que en los albergues públicos tienen prioridad para obtener plaza para dormir los peregrinos que se desplacen a pie (sin coche de apoyo), seguidos por los "bicigrinos". Por otro lado, si vas a hacer el Camino de Santiago con perro, antes deberías informarte sobre qué albergues permiten su entrada y qué zonas habilitan para que duerman, para no llevarte sorpresas.
Antes de lanzarte a caminar, como siempre recordamos, debes llevar a cabo una preparación física para el Camino con algunas semanas de antelación; también es muy recomendable que te hagas con tu credencial de peregrino con cierta antelación a tu salida (aunque la puedes solicitar en los principales puntos de partida del las rutas jacobeas). Necesitarás tu credencial para conseguir plaza en los albergues públicos.
Una de las tareas más importantes a la hora de organizar tu peregrinación a Santiago es decidir qué llevar al Camino de Santiago en tu mochila. Debes seguir la regla del 10% (que el peso total que lleves a la espalda no supere nunca la décima parte de tu peso) y llevar solo lo imprescindible contigo, dejando sin contemplaciones todo lo accesorio para no tener que cargar con ello durante y perjudicar tus pies y tu espalda.
Cuando disfrutes del caminando y descubriendo por qué hay tantos peregrinos enganchados a esta forma de vida, recuerda siempre llevar contigo agua y algo para comer; la hidratación y alimentación mientras peregrinamos es fundamental para no encontrarnos con sorpresas desagradables.
Cuando termines cada etapa, no olvides cultivar también tu espíritu aprovechando el tiempo libre para visitar todos los puntos de interés del Camino de Santiago que puedas; vas a encontrarte algunas maravillas de nuestro patrimonio que puede que no visitaras de otra forma.
Cuando por fin llegues a Santiago de Compostela, lo primero que debes hacer, si has recorrido al menos los últimos 100 km de cualquiera de las rutas jacobeas, es pasarte por la Oficina de Atención al peregrino para solicitar tu compostela.
Una vez tengas tu certificado, lo recomendable es que reservas al menos una jornada más para alojarte en la ciudad para conocer y visitar Santiago de Compostela (merece mucho la pena). Una vez llegue el momento de dar por finalizada la aventura, aquí encontrarás cómo volver a casa desde Santiago y todas las conexiones de la ciudad.
El Camino de Santiago consta de al menos cinco rutas jacobeas principales que concentran más del 90% de los peregrinos y de muchas otras secundarias (que también merece la pena conocer). Nos vamos a centrar en cada una de ellas y en sus ventajas y desventajas, que vamos a repasar a continuación
¿Dónde dormir en el Camino de Santiago? Las rutas jacobeas cuentan con una amplísima red de albergues públicos (principalmente en las localidades inicio y fin de etapa) en los que puedes alojarte de forma económica.
Sin embargo, sobre todo en temporada alta, puede ocurrir que al llegar a un albergue público te encuentres con que no quedan camas disponibles (no se puede reservar por teléfono con antelación); en ese caso tendrás que buscar plaza en albergues privados u otro tipo de alojamientos, como pensiones, hostales u hoteles.
De una forma u otra siempre vas a encontrar una opción para pasar la noche, aunque lo recomendable es madrugar y caminar temprano para finalizar pronto tu etapa y no quedarte sin plaza a las primeras de cambio.
Si después de haber leído nuestros consejos todavía tienes dudas, échale un vistazo a estas preguntas frecuntes sobre el Camino de Santiago. Si aún así no encuentras lo que buscas, déjanos tus preguntas en los comentarios.
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