Puerta de Castilla en Los Arcos

Puerta de Castilla, imagen de Wikimedia Commons

Atravesar una muralla durante el Camino de Santiago ahora no produce la misma sensación que antaño. Hace siglos, cruzar bajo esas imponentes puertas significaba que el peregrino se adentraba en un territorio más seguro que los caminos. Ahora todas las rutas están más resguardadas, y las murallas no suelen conservarse completas. Es el caso de Los Arcos, un punto emblemático del Camino, y de cuya muralla solo quedan algunas puertas. 

La muralla de Los Arcos

A lo largo del perímetro de Los Arcos se levantó una muralla en el siglo XVI, con características renacentistas con influencia herreriana. Las obras se prolongaron hasta el siglo siguiente, por lo que el estilo fue virando hacia la estética barroca en algunos elementos como el Portal o Puerta de Castilla. Poco después tuvo que ser restaurada, en 1739, bajo el reinado de Felipe V.  

La mayor parte de esta muralla no se conserva, solo permanecen en pie algunas puertas cercanas al río Odrón: la del Estanco, la de San José y la Puerta de Castilla. El casco histórico de la localidad aún se ciñe al perímetro delimitado por la antigua muralla. 

La Puerta de Castilla

Esta entrada en la muralla da a la plaza de Santa María; de hecho, está pegada al campanario de la Iglesia de Santa María. Esta puerta barroca consiste en un arco de medio punto rebajado, un cuerpo superior con tres áticos coronados con pináculos. 

El espacio central es el más amplio, está rematado por un frontón triangular que tiene el escudo de Castilla tallado. Está flanqueado a cada lado por un frontón curvo que contiene la talla del escudo de armas de Los Arcos. Estos tres escudos fueron esculpidos en 1674 por Pedro López de Frías, y remarcan la relación de Los Arcos con la monarquía de los Austrias. 

El paso bajo esta puerta supone el punto final de la etapa que comienza en Estella, y es a su vez el punto de arranque para la siguiente, que culmina en Logroño. Aún quedan más de 600 kilómetros para llegar a Compostela, pero la arquitectura románica que encontramos en la Iglesia de Santa María es uno de los mejores ejemplos del arte del Camino.