Finisterre

Finisterre, la otra meta del Camino de Santiago

Cada vez más, la meta del Camino no se encuentra en Santiago, sino en Finisterre, la segunda localidad de Galicia más visitada después de Compostela. Situada en el extremo occidental de Europa, en el rincón identificado por los romanos como el fin de la tierra (Finis Terrae), se trata de una meta de gran simbolismo, rodeada de multitud de leyendas, en las que se entrelazan temas religiosos, marítimos y elementos pétreos.

Ver el atardecer en Finisterre junto a su legendario faro, quemar en esta ladera rocosa que mira al océano el calzado que acompañó al caminante durante su travesía o bañarse en su largo arenal, son solo algunos de los rituales que renuevan a cada temporada los viajeros. Destino clásico de peregrinación desde la Edad Media, con caminantes ilustres y emblemáticos hospedajes, este paraje atesora multitud de tradiciones jacobeas.

Hasta allí se habría desplazado, según el saber popular, el Apóstol Santiago para destruir el templo pagano del Ara Solis, en el que se rendía culto al astro rey. También fue en estas tierras donde tuvo lugar uno de los milagros protagonizados por sus discípulos, que buscaban poder enterrar sus restos en el monte Libredón, en la actual Compostela.

¿Qué ver en Finisterre?

• Faro de Finisterre
• Cascada del Ézaro
• Iglesia de Santa María das Areas

Situado en el Cabo Finisterre, el Faro es la construcción de este tipo más occidental de Europa, que además protege una de las costas más peligrosas, la Costa da Morte. Fue construído en el siglo XIX y su luz llega a más de 23 millas náuticas. Este lugar es el punto perfecto para contemplar la puesta de sol, tras terminar el Camino de Santiago.

Desde la Edad Media los caminantes que alcanzaron esta meta oceánica se bañaban en la playa de Langosteira, en un intento de purificar su cuerpo y librarse del polvo acumulado. Los caminantes que suelen cumplir con el baño en Langosteira, pueden disfrutar del largo arenal de casi 2 km de litoral, caracterizado por estar bañado por aguas tranquilas y cristalinas.

La cascada del Ézaro es uno de los espectáculos naturales más impresionantes que podemos encontrar en Galicia. Se trata de la desembocadura del río Xallas en el mar, la cual se recomienda visitar en invierno, cuando el caudal del río es más abundante.

Situada a las afueras de Fisterra, en medio de una belleza natural sorprendente, la Iglesia de Santa María das Areas es un lugar único para peregrinos, devotos y amantes del arte. Esta joya de la arquitectura románica del siglo XIII, atrae la atención de peregrinos de todo el mundo.

Fisterra ©Panoramio Francisco Ovies

¿Cómo llegar a Finisterre? Principales conexiones

La forma más cómoda de llegar a Finisterre es vía Santiago (98 km) o A Coruña (108 km). Estas dos ciudades cuentan con aeropuerto y buenas conexiones ferroviarias. Desde Finisterre se puede llegar a Santiago a través del autobús, el cual cuenta con varias frecuencias diarias.

¿Dónde dormir en Finisterre?

Esta localidad se ha convertido en uno de los principales centros turísticos de Galicia, por ello, la oferta es amplia y de precios variados. Algunos alojamientos cuentan con tarifas especiales para peregrinos, además muchos de ellos cuentan con restaurante propio y menú del día. En Finisterre también podemos encontrar un albergue público y otros tantos privados.

Fiestas en Finisterre: Fiestas y tradiciones

A los peregrinos que les coincida llegar a Finisterre en plena Semana Santa podrán contemplar la devoción con la que los vecinos viven esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional. El jueves y el viernes, junto a la iglesia de Santa María de las Arenas, tienen lugar diversas escenificaciones de la Pasión de Cristo, unas escenas seguidas por miles de romeros. El principal día de celebración es el Domingo de Pascua, cuando, tras la representación, se baila “a danza dos paos”, una interesante manifestación artística cuyo origen se remonta al siglo XVII. 

Ya en agosto tiene lugar otra de las celebraciones típicas, de regusto gastronómico. El primer domingo de este mes se rinde honor al longueirón, la exquisitez fisterrana. Dos fines de semana después coge el relevo el festival Fin do Camiño, un certamen musical folk.